El pastel de cabracho es una de las múltiples versiones del puding de pescado que tanto nos gusta preparar en el norte de España. Esta receta tiene fama de complicada y laboriosa; pero es todo lo contrario: fácil y rápida. En realidad, la mayor parte del tiempo se lo lleva el horneado.
La receta que hacemos en Pazo de Vilane lleva cabrachos y pescadilla, pero los puedes sustituir (o combinar) con infinidad de pescados: pescados de roca, rape, bonito o atún fresco, gambas…
¿Te dejas tentar para incluir este pastel de cabracho en tu menú festivo?
5 motivos por los que deberías hacer pastel de cabracho (en Navidad o en cualquier fiesta)
- El pastel de cabracho es muy económico, porque al mezclarlo con ingredientes asequibles -huevos camperos, nata, tomate frito-, consigues que la mezcla del molde crezca mucho y da de sobra para muchos comensales.
- Es resultón y muy "de fiesta". Puedes adornarlo, servirlo con mayonesa casera (hecha con huevos camperos de Pazo de Vilane, por supuesto) y disponerlo en rodajitas muy elegantes sobre una bandeja mona... Perfecto para una comida de lujo.
- Suele gustar a los enemigos de los pescados (como algunos niños) porque el tomate frito, los huevos y la nata líquida ayudan a suavizar el sabor del cabracho y la pescadilla.
- Se puede preparar con antelación y guardar en la nevera. Así, cuando llegan los invitados (guapos y arreglados, con la botella de vino en la mano) no te pillan con la cocina revuelta y el pelo de naúfrago.
- Es muy original, no está nada visto, y está riquísimo (que últimamente el nivel se ha puesto muy alto, y el que menos esperas lo borda en la cocina). Nadie te pondrá una pega. Garantizado.
Ingredientes
- 6-7 huevos camperos Pazo de Vilane.
- 2 cabrachos de 450 gr cada uno (o 250 gr de lomos limpios).
- 1/2 pescadilla (250 gr. una vez limpia).
- 350 ml de nata líquida.
- 150 gr tomate frito.
- 1 cucharadita de café de nuez moscada.
- 1 hoja de laurel
Elaboración
- Precalienta el horno a 180 º, con calor arriba y abajo.
- Hierve por separado los cabrachos y la merluza (15 minutos aprox.) con un poco de cebolla, la hoja de laurel, aceite de oliva y sal. Para darle más sabor puedes añadirle un puerro, una zanahoria y unas ramitas de perejil.
- El cabracho debe hervirse entero, con su piel y cabeza (pero pide en la pescadería que te lo limpien previamente). La media merluza hay que hacerla igualmente con su piel.
- Cuando estén hechos los dos pescados, retira las pieles, las espinas (ten cuidado especialmente con las espinas del cabracho; son muy finas) y desmígalo con las manos. Haz trocitos muy menudos, tanto para lograr una buena textura como para asegurarte de que no se cuele ninguna raspa.
- En un bol, bate los huevos camperos e incorpora la nuez moscada.
- Añade el cabracho y la pescadilla, la nata líquida y el tomate frito.
- Remueve bien toda la mezcla y vierte sobre un molde rectangular.
- Deja que se haga en el horno a 180º durante aproximadamente ¾ de hora. Dependerá del molde y de la potencia de tu horno, pero sabrás que está hecho en cuanto lo veas cuajado y al introducir la punta de un cuchillo, salga limpio (como si fuera un bizcocho).
- Deja atemperar, desmolda y adorna. El pastel de cabracho se lleva muy bien con las olivas, las tiras de pimiento rojo, unos espárragos...