¿Te encantaría sorprender en la siguiente celebración? ¡Este plato es la solución! Con alimentos fáciles de encontrar y una elaboración sencilla, la quiche lorraine te saca de cualquier apuro, coronándote como especialista en la gastronomía francesa.
No tengas miedo de arriesgar ¡y déjate llevar! Te prometemos que esta tarta salada hace las delicias de cualquier reunión, ya sea como entrante o plato principal, aportando un toque de elegancia indiscutible al menú.
Mantequilla, queso, beicon ahumado y los huevos camperos del Pazo (de nuestras gallinas criadas en libertad, picoteando pasto verde todos los días)… ¡Con estos ingredientes no hay nada que pueda salir mal!
¿Tienes todos a mano? ¡Empezamos!
Trucos para que la quiche te salga espectacular
Hacer una quiche de infarto es un arte que precisa de ciertas recomendaciones. Por eso te dejamos unos cuantos consejos indispensables a continuación:- Lo ideal es utilizar huevos camperos, que procedan de gallinitas criadas en pastos verdes durante todo el año, como las nuestras. La diferencia en el resultado final es abismal. Localiza el comercio más próximo a tu casa ¡y ponte manos a la obra!
- Asegúrate de batir muy bien los huevos camperos para que tu quiche suba como como la espuma y tenga una consistencia mucho más ligera.
- Respeta religiosamente las proporciones. Estas medidas han sido probadas para que el resultado final supere todas tus expectativas.
- Si quieres que tu quiche además de estar rica sea bonita, ¡no olvides cortar la masa sobrante del molde y dar forma a los bordes con un tenedor!
- Revisa el horno de vez en cuando y retírala cuando hayas comprobado que está crujiente por los bordes pero ligeramente temblorosa por el centro.
- Sigue cada uno de estos consejos ¡y seguro que tu quiche saldrá a pedir de boca!
Ingredientes
- 4 huevos camperos Pazo de Vilane
- 150 g de queso gruyere o emmental
- 200 g de beicon ahumado
- 30 g de maicena o harina de trigo
- 1 cucharada de mantequilla
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 250 g de leche evaporada
- 50 ml de nata espesa
- Sal
- Pimienta
- Una pizca de nuez moscada
- Una lámina de masa quebrada
Elaboración
- Engrasa un molde circular y coloca encima una lámina de masa quebrada, parecida en ingredientes a la masa de hojaldre, pero menos quebradiza al hornearse. Ajusta bien la masa al molde, asegurándote de que cubra completamente los bordes. Luego, coloca una hoja de papel de horno (papel sulfurizado) sobre la masa y pon encima unas pesas para tarta. Esto te ayudará a evitar que la masa se hinche mientras se hornea. Si no tienes, puedes utilizar un puñado de garbanzos secos.
- Introduce el molde en el horno precalentado a 180ºC durante unos 10 minutos. Este paso te permitirá hacer una pre-cocción de la base, asegurando que quede firme y no se deforme al agregar el relleno.
- Mientras se cocina la masa en un procesador de alimentos, tritura el queso y el beicon por separado. Reserva.
- Prepara la bechamel. En una cazuela, derrite la mantequilla junto con el aceite y añade la harina. Remueve constantemente para que la harina se fría ligeramente. Agrega la leche caliente poco a poco, batiendo bien para evitar que se formen grumos, hasta dar lugar a una bechamel ligera. Una vez lista, deja que la mezcla se atempere.
- Incorpora el queso rallado y la nata espesa a la bechamel y mezcla para integrar.
- Añade los cuatro huevos y con unas varillas mézclalos por completo.
- Termina con el beicon y vierte el resultado en la base de masa precocida. Hornea a 180ºC durante 35-40 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y cuajada. Para comprobar que está lista, introduce un cuchillo en el centro: debe salir limpio.