¿Cómo se reproducen las gallinas? Si ahora mismo te hicieran esa pregunta, ¿sabrías responder? Seguramente que la mayoría de personas no lo tienen muy claro. Nosotros solamente contamos con gallinas en nuestras granjas por lo que, al no haber gallo, no se puede producir la fecundación. Por lo tanto, es imposible que de los huevos camperos de nuestras gallinitas nazcan pollitos.
La reproducción de la gallina también la relacionamos con otra pregunta muy frecuente y que se lleva realizando desde tiempos inmemoriales: ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? En Pazo de Vilane amamos a las gallinas; de ese cuidado sale nuestro lema “no fabricamos huevos, cuidamos gallinas”. Y para conocerlo todo sobre ellas y darles el máximo bienestar, hemos aprendido muchísimo. Por eso, vamos a contaros de una forma muy didáctica cómo se reproducen las gallinas.
La reproducción de las gallinas
Evidentemente, la forma de reproducción de las gallinas es ovípara. La fertilización la realiza el gallo de forma interna y después ha de producirse la incubación de los huevos. Es decir, para que las gallinas se reproduzcan debe haber un gallo. Tenéis que saber que son aves polígamas, por lo que no supone un problema que haya un solo ejemplar masculino para un grupo de hasta diez gallinas. Los gallos cuidan que las gallinas no se vayan con otros machos y las protegen de estos en todo momento.
Si bien es cierto que no es un comportamiento único, podemos decir que lo habitual es que la reproducción de las gallinas se realice en los meses menos fríos. La primavera y el verano son las estaciones en las que más procrean. Esto es debido a que la temperatura es más agradable y también a que disponen de más horas de luz a lo largo del día.
El ritual de apareamiento y la fecundación
Al igual que ocurre con otras aves, el gallo y la gallina realizan un curioso ritual de apareamiento. Cuando el gallo capta que ella está receptiva empieza a hacer una especie de baile a su alrededor. Baja una de sus alas y empieza a moverse en círculos. La gallina puede agachar la cabeza para mostrar que está lista o escaparse inicialmente. Sea como sea, el gallo acabará por cogerla y subirse encima, agarrándola de la cresta o de las plumas de la zona del cuello.
En el siguiente paso, el gallo se subirá al dorso de la gallina y abrirá las plumas de la cola para conectar las cloacas de los dos y depositar en la de la hembra su saco de esperma. Una vez que este último paso se ha realizado, los dos animales se separan y el gallo comienza la búsqueda del siguiente ejemplar a fecundar. Si lo encuentra, repetirá el proceso de apareamiento de nuevo.
El saco de semen dura varios días dentro del aparato reproductor de la gallina para hacer que coincida con el proceso de ovulación y se produzca la fertilización del huevo. Cuando se forman los huevos se realiza en la yema, en una parte del oviducto de la gallina llamada infundíbulo.
La incubación
Una vez que la gallina pone el huevo fertilizado, comienza con la fase de incubación. La gallina se encargará con mucha atención de cuidar de sus huevos y no se separará para nada de ellos. Los empollará con su cuerpo para proporcionarles todo el calor que necesitan para formarse. Es durante este período durante el que se dice que la gallina está clueca.
La incubación finaliza tras un período de unos 21 días en los que la gallinita cuida de sus huevos y los protege de posibles ataques del gallo o de otros animales. Podrá tener como máximo, 10 huevos para incubar. Al cabo de este tiempo, nacerán los pollitos. Increíble, ¿verdad?
Llegados a este punto, la eterna pregunta no parece tan fácil de resolver. Durante muchos siglos se ha intentado dar respuesta a la pregunta de si fue antes el huevo o la gallina, convirtiéndolo en un dilema para aplicar a la vida. Lo cierto es que, algunos estudios científicos afirman que el huevo fue antes que la gallina mientras que otros trabajos dicen justo lo contrario. En los últimos años parece que la ciencia se decanta más por la primera opción pero sigue habiendo quien duda. Y tú, ¿qué opinas?