Las navidades son tiempos felices. De reencuentros, reuniones, risas y regalos. Pero también de comidas extraordinarias, cenas sofisticadas y meriendas dulces.
Este tronco de Navidad es uno de esos postres ricos y entrañables que nos transportan a nuestra niñez, a esos días en que los villancicos sonaban, los escaparates se iluminaban y mamá no nos regañaba por atiborrarnos de turrón.
Sin duda, este tronco dulce de Navidad es absolutamente irresistible así que, ¡disfruta de él sin remordimientos!
La ocasión lo merece. Recuerda ¡Es Navidad!
Algunos trucos para bordar el tronco de Navidad
- No dejes el bizcocho en el horno más de 10 minutos (mejor si es uno o dos minutos menos). En caso contrario, se cocinará más de la cuenta y se romperá al doblarlo.
- El tronco de Navidad admite cualquier relleno. ¿Qué tal crema en lugar de nata?
- Si sois muchos a la mesa, haz dos troncos con diferentes rellenos. Además de poder probar versiones distintas, te permitirá jugar mucho a la hora de decorar. Si los cortas en trozos, podrás simular un decorado rústico apoyándolos uno contra otro.
- Cuando decores con la cobertura, no te esmeres mucho para que quede igualada, pues deberá imitar la corteza de los árboles, con sus características imperfecciones. Conseguirás un acabado más natural haciendo hendiduras con un tenedor.
Ingredientes
- Para el bizcocho: 4 huevos Pazo de Vilane a temperatura ambiente
- 120 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 pizca de sal
- 60 g de harina
- 30 g de cacao en polvo
- 30 g de harina de maíz o maicena
- Para el ganache de chocolate (cobertura)
- 200 ml de nata líquida para montar
- 50 g de mantequilla sin sal
- 200 g de chocolate negro
- Para el relleno: Un frasco de mermelada de Pazo de Vilane (arándanos, fresas o frutos del bosque)
- Nata para montar bien fría
Elaboración
- Precalienta el horno a 175º.
- Comienza por el bizcocho. Coloca en un robot de cocina los cuatro huevos con el azúcar, la vainilla y la sal y mete las varillas eléctricas. Bate a velocidad máxima durante 10-15 minutos, hasta que monten muy bien.
- Mientras, tamiza todos los ingredientes secos del bizcocho: la harina, el cacao y la harina de maíz. Mezcla bien entre ellos.
- Cuando la masa esté bien firme, incorpóralos en tres tandas, siempre con cuidado y con movimientos envolventes, para que no pierda aire.
- Vierte sobre la bandeja del horno, forrada con papel. Procura que quede bien repartida, para que suba por igual y quede un bizcocho delgado pero flexible.
- Lleva al horno unos 8 minutos; nunca más de 10 minutos, o se romperá.
- Mientras, prepara un paño de cocina limpio y espolvoréalo con azúcar glas y cacao en polvo (esto evitará que se pegue el bizcocho).
- Sácalo del horno y vuélcalo en el paño, con el papel de hornear en la parte superior. Retíralo con cuidado, vuelve a espolvorear azúcar y cacao, e inmediatamente enrolla el paño sobre él. Deja enfriar enrollado.
- Prepara el ganache o cobertura del tronco. Calienta y diluye la nata y la mantequilla hasta el punto de hervor (no más) y vierte sobre el chocolate negro en trozos.
- Deja reposar en caliente unos minutos y bate a mano, con varillas. Conserva tapado con papel film (en contacto con la superficie, para que no se forme costra).
- Para el relleno, monta la nata bien fría, añadiéndole si quieres un pelín de azúcar.
- Desenrolla el bizcocho y extiende la mermelada, pero dejando sin cubrir una franja de unos cinco centímetros en uno de los márgenes. Haz lo mismo con la nata montada.
- Enrolla con cuidado el bizcocho –comenzando por la parte con relleno y terminando por la limpia- y coloca el corte hacia abajo, para que se asiente el rollo y quede bien pegado.
- Decora cortándolo y colocando los trozos como si fueran troncos apilados.
- Cuando el ganache se enfríe cubre todo el tronco (menos los cortes, para que se vean las líneas concéntricas).
- Llévalo al frigorífico al menos tres horas. Decora con motivos navideños antes de servir.
