Tartas hay muchas, pero pocas tan cremosas y suaves como la mundialmente famosa Tarta de queso de La Viña, del mítico restaurante donostiarra.
Santiago Rivera, propietario de este restaurante especializado en comida tradicional e ingredientes de primera, tardó más de dos años en dar con esta receta ideal, tras cientos de pruebas y combinaciones de diversos ingredientes y recetas.
Sin embargo, y después de tanto esfuerzo, en 1990 llegó la merecida recompensa. De su restaurante en el casco viejo de San Sebastián… Al estrellato. Y todo en apenas unos meses.
Todo el mundo hablaba de este postre. Cientos de cocineros hacían su propia versión de la mítica Tarta de queso de la Viña, incluso en Japón, Corea, China o Turquía. Fue tan imitado y admirado que hasta el periódico The New York Times le dedicó un reportaje y la bautizó como la “tarta de queso vasca”, consolidándola así como un imprescindible gastronómico de esta tierra.
Nosotros hemos hecho lo propio con la receta de la Exquisiña, nuestra querida y deliciosa tarta de queso gallega, elaborada con productos naturales y bien producidos de nuestra querida Galicia: el mejor queso crema (Quescrem), y la nata más deliciosa (Feiraco) unidos a nuestros huevos camperos de gallinas criadas en los pastos lucenses del Pazo. ¿Te imaginas qué combinación?
Por lo pronto, -y antes de caer rendidos al vicio de las tartas de queso, todo un mundo- te vamos a ir contando el paso a paso de nuestra propia versión de la tarta de queso La Viña. Caramelizada por encima, sin galleta, suave y muy cremosa. ¡Para colmo es facilísima y se prepara en pocos minutos!
Toma nota de nuestros trucos; ya verás cómo triunfas con nuestra receta de Tarta de Queso La Viña
Trucos para clavar la Tarta de Queso La Viña
- El restaurante La Viña asegura tener sólo un secreto para elaborar una de las mejores tartas de queso del mundo: la elección de los mejores ingredientes. Busca y rebusca en los mercados y consigue el mejor queso crema artesano. Notarás la diferencia.
- Los huevos, por supuesto, que sean camperos y de Pazo de Vilane. Porque proceden de gallinas con pastoreo diario en prados siempre verdes gallegos, una esmerada alimentación basada en cereales y leguminosas, y los mejores cuidados en su día a día. Apreciarás su intenso sabor y mayor cremosidad en la receta.
- Hornea a 200º, pero vigilando cada poco tiempo. La tarta debe quedar caramelizada y tostadita por arriba, y al mismo tiempo jugosa y cremosiña por dentro.
- Cuando esté lista, deja que se atempere unos 15 minutos dentro del horno, pero con la puerta entreabierta. Este paso intermedio antes de sacarla impedirá que se te baje de golpe.
- Sírvela con los papeles de horneado; le dará ese sabor auténtico y rústico tan típico de la Tarta de queso de la Viña.
- Para las cantidades que te damos, emplea un molde de 24 cm. Te saldrá estupenda.
- Aunque en La Viña se sirve sin cobertura, nosotros no nos hemos podido resistir y le hemos untado una capa generosa de nuestra Mermelada artesana de Frutos del Bosque, que puedes comprar en nuestra tienda online. ¡Ese toquecito entre ácido y dulce nos ha encantado!
Ingredientes
- 4 huevos camperos Pazo de Vilane (pequeños)
- 200 g de queso crema
- 400 g de queso crema mascarpone
- 200 g de azúcar
- 20 g de harina
- 250 ml de nata líquida
- 1 bote de mermelada de frutos del bosque o de frambuesa de Pazo de Vilane
- Unas hojas de menta (adorno)
Elaboración
- Precalienta el horno a 200º, calor arriba y abajo.
- Bate los huevos con unas varillas eléctricas
- Añade el azúcar y después la harina. Mezcla bien.
- Incorpora los dos quesos cremosos con movimientos envolventes (usa una espátula).
- Cuando la mezcla esté bien fina, añade la nata liquida.
- Vierte en el molde (previamente forrado con papel de hornear).
- Lleva al horno, a 200º, durante unos 45 minutos. Pueden ser más, dependiendo del horno.
- Vigila el horneado: debe quedar tostadita por arriba y no demasiado hecha por dentro. Si se te hace demasiado por la superficie y todavía no está cocida en el interior, cubre con una lámina de papel de aluminio.
- Una vez lista, apaga el horno y abre la puerta. Deja la tarta dentro otros 15 minutos, para que se atempere.
- Sácala y deja que enfríe sobre una rejilla un par de horas, al menos.
- Finalmente, llévala a la nevera unas 5-6 horas, mínimo, dentro de su molde. Esta tarta mejora con el reposo. Si tienes paciencia, sírvela al día siguiente.
- Justo antes de llevarla a la mesa, desmóldala, abre un frasco de nuestra mermelada artesana de frutos rojos (o de frambuesas, si lo prefieres) y unta una buena capa por encima. Puedes adornar con unas hojas de menta.