El pisto a la bilbaína es una deliciosa mezcla entre el pisto tradicional y los huevos revueltos. Es una de esas recetas que conviene tener de fondo de nevera en un recipiente de cristal, porque da mucho juego y mejora con los días. Además, es una de las maneras más fáciles de hacer comer a los niños las verduras por las que tanto suelen protestar…
Si sigues nuestro consejo de guardar pisto en la “recámara”, caliéntalo a fuego lento en una sartén y cuaja el huevo justo cuando coja temperatura, retirándolo en seguida del fuego. Remueve… y listo. Con esta forma de recalentado te asegurarás que no quede seco; todo lo contrario: jugoso y riquísimo.
Puedes servirlo con unas tostadas o picatostes, acompañando una carne o un pescado, o directamente solo -si estás en plena operación bikini- porque el pisto a la bilbaína está rico lo pruebes como lo pruebes. Además, si controlas la cantidad de aceite que empleas para pochar las verduras, no es una comida calórica y sí muy saciante.
Los trucos infalibles de un Pazo gallego para hacer el mejor pisto a la bilbaína
No somos vascos, pero hemos hecho esta receta muchas veces. Por eso, ahí van algunos truquiños que nos funcionan:- Elije calabacines pequeños: son mucho más sabrosos y no tienen pipas.
- Corta todas las verduras en trozos pequeños, tardarán mucho menos en hacerse, y ahorrarás tiempo y dinero.
- Igualmente, no dudes en tapar el recipiente (sartén, cazo de poco fondo…) en el que hagas el pisto. Podrás bajar el fuego –ahorrarás en electricidad- y las verduras se pocharán mucho mejor.
- No incorpores el huevo hasta minutos antes de servir; el plato te quedará mucho más sabroso.
Ingredientes
- 4 huevos camperos Pazo de Vilane
- 2 cebolletas
- 2 calabacines
- 2-3 pimientos verdes
- 4-5 cucharadas de salsa de tomate
- 1 chorrito de agua
- 1 chorrito de vino blanco
- Aceite
- Sal
- Perejil picado
- Ajo en polvo
- Rebanadas de pan de pueblo
Elaboración
- En una sartén amplia pon a pochar las dos cebollas, cortadas en trozos regulares. El fuego debe ser más bien flojo, para que no se quemen.
- Después de unos 10 minutos, añade los pimientos, también cortados en trozos del mismo tamaño. Déjalos rehogarse unos minutos e incorpora el calabacín.
- Si los calabacines sueltan mucha agua, sube ligeramente el fuego. Deja pochar todas las verduras otros 7-8 minutos, dependiendo de cómo te gusten. Aprovecha para salpimentar.
- Transcurrido ese tiempo, añade las cucharadas de salsa de tomate. Si todavía falta tiempo para que se haga el pisto y notas que se está quedando seco, échale un chorrito de vino blanco y otro de agua (sube un poco el fuego para que se evapore el alcohol).
- Mientras, fríe las rebanadas de pan en un poco de aceite.
- Por último, bate los cuatro huevos camperos, viértelos en la sartén y retírala del fuego. Se cuajarán con el calor residual.
- A la hora de emplatar, rompe los picatostes y colócalos por encima del pisto. Espolvorea con perejil picado y ajo en polvo.