En El libro del huevo, elaborado por el Instituto del Huevo, se recoge que a principios de los 80 se descubrió que la inmoglubina IgY extraída de este alimento tenía grandes ventajas frente a otros anticuerpos. A raíz de este descubrimiento se profundizó en los anticuerpos del huevo y este empezó a emplearse regularmente en ingeniería genética y en la búsqueda de tratamientos para diversas enfermedades.
El huevo, fuente de anticuerpos
Los investigadores Erhard y Schade publicaron en 2001 un libro titulado Anticuerpos, producción y aplicación de yema de huevo de gallina donde reflejaron los resultados de sus estudios sobre los anticuerpos de los huevos de gallina. Estos científicos alemanes concluyeron que el sistema inmune de las gallinas tiene muchas semejanzas con el de los mamíferos. De hecho, vieron que a la hora de transferir inmunidad pasiva (aquella realizada por los anticuerpos producidos en otro organismo), esta se realizaba a través de los componentes fluidos del huevo. Además, demostraron que mientras el huevo está alojado en el ovario, la gallina transfiere sus inmunoglobulinas “Y” (IgY) a la yema y durante el paso del huevo a través del oviducto, se transfieren las inmunoglobulinas IgM e IgA a la albúmina.
Por lo tanto, el huevo está compuesto por tres tipos de inmunoglobulinas:
- IgY: Llamada así debido a que procede de la yema (“yolk” en inglés). Es el anticuerpo que se encuentra en mayor concentración y se usa principalmente en biomedicina para tratamientos de infecciones intestinales (como Helicobacter pylori), colitis, enfermedad celíaca, fibrosis quística, caries o algunos tipos de cáncer.
- IgM: Es el primer anticuerpo que fabrica el organismo para combatir una infección. Es común en gallinas y humanos.
- IgA: Al igual que las gallinas, las personas también contamos con este anticuerpo. En nuestro caso está presente en los recubrimientos de las vías respiratorias y del sistema digestivo, así como en la saliva, las lágrimas y la leche materna.
En resumen, además de los múltiples nutrientes de la yema y la clara del huevo, podemos encontrar diversos anticuerpos que nos ayudan a favorecer, estimular y mantener la respuesta inmunológica de nuestro cuerpo ante determinados procesos infecciosos.
La tecnología IgY
A finales del siglo XVIII Alemania presentaba un gran número de personas afectadas por el tétanos. El investigador Felix Klemperer, que hasta entonces había trabajado con conejos, demostró que a través de extractos obtenidos de la yema de huevo de gallinas inmunizadas contra la toxina tetánica era capaz de proteger a ratones inoculados con dosis letales de la misma toxina. Este descubrimiento provocó grandes avances en la investigación sanitaria.
La tecnología IgY es una de las técnicas más empleadas a la hora de buscar tratamientos para enfermedades infecciosas. Inicialmente se pensaba que la IgY era el mismo tipo de anticuerpos que la IgM de los mamíferos. Sin embargo, el investigador Makoto Shimuzu descubrió que la secuencia de ADN era diferente, siguiendo la línea de otros estudios que mostraban diferencias concluyentes entre ambas sustancias. Años más tarde varios estudios demostraron que, a pesar de las diferencias entre aves y mamíferos, las gallinas producen anticuerpos más específicos contra antígenos mamíferos que los mismos mamíferos. Este descubrimiento motivó que empezasen a elaborarse diferentes protocolos y técnicas para la extracción de anticuerpos del huevo de forma eficiente.
Hasta la fecha, la inmunoglobulina presente en la yema del huevo ha ayudado a elaborar tratamientos para la mastitis vacuna y la diarrea porcina. En el caso de enfermedades humanas, la IgY forma parte de tratamientos contra algunos tipos de cáncer o la fibrosis quística.
Ensayos con anticuerpos del huevo para neutralizar el coronavirus
La Facultad de Agricultura de la Dalhousie University lanzó la noticia de que iba a emplear la tecnología IgY para buscar la cura contra el coronavirus. Sin embargo, no es el único centro de investigación que emplea la inmunoglobulina de la yema del huevo. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Chile sacó a concurso un proyecto para frenar el SARS-COV-2 y la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH ) en colaboración con el laboratorio Farvet han sido los elegidos para llevarlo a cabo debido a la viabilidad ofrecida mediante su empleo de la técnica IgY. Estiman que entre diciembre y enero obtendrán resultados fiables.
Los anticuerpos del huevo tienen gran importancia debido a que ayudan a estimular la respuesta inmune de nuestro cuerpo a la vez que son clave en el sector de la biomedicina. Benefíciate de las numerosas ventajas de incluir los huevos camperos de Pazo de Vilane en tu dieta. Nuestro buscador te ayudará a localizar en qué tiendas puedes encontrarlos.