¿Pensabas que hacer una tortilla francesa es cosa fácil? Pues sí y no, según lo mires. Es sencillo si sabes cómo, pero puedes hacer verdaderos estropicios si no dominas la técnica.
¿Cuántas veces has probado tortillas francesas resecas o requemadas? Quizá demasiadas.
Por eso en esta ocasión nos hemos propuesto explicarte paso a paso cómo hacer una tortilla francesa para que te quede jugosita, bien hecha por dentro, pero doradita por fuera. Lo que se dice una tortilla francesa de campeonato.
Cada cocinero tiene su técnica y trucos secretos, pero esta vez nos hemos decantado por la tortilla francesa cuajada en mantequilla (aunque si lo prefieres, puedes sustituirla por aceite de oliva). Lleva muy poca cantidad, así que apenas te aportará calorías.
Todos los trucos para alcanzar fama mundial con tus tortillas francesas
- No le des más vueltas: la calidad de los huevos camperos es la clave. Y es que la densidad de la clara es lo que marca el buen cuajado de la tortilla, el que sea fácil o difícil trabajar con ella.
- Olvídate de la clásica imagen de la tortilla reseca, tostada y plana. La tuya debe quedar con volumen, lisa y uniforme por fuera, de color amarillo claro, y jugosa por dentro (pero sin que se aprecie el huevo crudo al partirla).
- Sírvela en seguida, bien caliente. Las tortillas francesas bajan y se resecan si las recalientas.
- Como decíamos antes, puedes sustituir la mantequilla por aceite de oliva o de girasol. En tal caso, ten mucho cuidado con la temperatura que alcanza antes de cuajar los huevos, o se te tostará por fuera.
Ingredientes
- 2 huevos camperos
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de mantequilla
Elaboración
- Calienta una sartén antiadherente (no demasiado) y echa la punta de un cuchillo de mantequilla. En cuanto veas que sale espumita habrá alcanzado la temperatura adecuada.
- Mientras, bate bien los huevos con la pizca de sal. Deben quedar líquidos, sin que salga demasiada espuma.
- Vierte de golpe los huevos batidos y remueve bien con un tenedor (mejor si es de madera), tal como harías si cuajaras unos huevos revueltos. No dejes que la sartén alcance mucha temperatura.
- Una vez comiencen a cuajar (sin dejar que lo hagan del todo) retira del fuego y dale forma de tortilla con una paleta de madera.
- Voltea y deja apenas unos segundos sobre el fuego, pero no dejes que se tueste. Sirve en seguida.