¿Sabías que las orejas de carnaval gallegas tienen ese nombre tan particular por su parecido a las orejas del cerdo?
Tiempo atrás era común aprovechar estos días de fiesta para consumir a toda prisa los primeros productos del cerdo obtenidos en la matanza, pues en los días de Cuaresma regía la abstinencia de carne. Y como ya se sabe que en Carnaval todo son disfraces y bromas, es muy probable que estas orejas fueran a la vez alegoría y “desquite” de esa sobriedad que se iniciaba días más tarde.
Sea cual sea el origen de este postre gallego tan tradicional, lo cierto es que las orejas de carnaval siguen estando de plena actualidad.
No hay más que pasear por los cascos históricos de las principales ciudades gallegas y echar un ojo a los escaparates de sus mejores pastelerías y confiterías. Todas ellas presumen de espectaculares bandejas de orejas de Carnaval nevadas con azúcar glas.
Desde Pazo de Vilane te lanzamos un reto… ¿Quieres lucirte y hacerlas en casa? Pues sigue leyendo, porque te contamos los secretiños de esta receta.
4 consejos para que tus orejas de carnaval sean las más crujientes
-Si puedes, emplea harina de fuerza. También la harina gallega es excelente para esta receta. -Cuando amases y separes las porciones, usa aceite de oliva para embadurnarte las manos; te será de ayuda. -Trata de estirar los trozos de masa todo lo que puedas con el rodillo, hasta que te queden bien finitos. Cuanto más finos, más crujientes saldrán. -Retira las orejas de carnaval a un papel absorbente para eliminar el exceso de grasa (ve cambiándolo a medida que se empape), y espera a que se enfríen para espolvorearlas con azúcar glas. -El aceite debe ser de girasol o, si es de oliva, suave, para que prevalezca el sabor de las orejas de carnaval. Fríelas a fuego fuerte, pero no humeante, o se te quemarán.Ingredientes
- ½ kg de harina
- 100 gr. de azúcar
- 2-3 huevos camperos
- 1 dl de leche
- La ralladura de un limón
- 50 gr de mantequilla
- 1 cucharada (25-50 ml) de anís
- Canela en polvo
- Azúcar o azúcar glas para espolvorear
- 10 gr de levadura
- Sal
- Aceite de girasol o de oliva suave
Elaboración
- En un bol amasa todos los ingrendientes: la harina y la levadura con los huevos, la mantequilla fundida, un poco de canela en polvo, el anís, la ralladura de limón, el azúcar y la leche, así como una pizca de sal.
- Trabaja bien hasta conseguir una pasta homogénea y elástica, que no se pegue a las manos.
- Coloca la masa sobre una superficie plana, enharina por arriba y abajo y estira con un rodillo.
- Corta en trozos rectangulares.
- Fríe en una sartén con abundante aceite de oliva a fuego muy fuerte.
- Aparta a un plato con papel absorbente. Espolvorea con azúcar cuando se hayan atemperado.
