Los estadounidenses son grandes aficionados a los postres, especialmente a las tartas, que comen a cualquier hora acompañadas de café suave. Por eso la NY Cheesecake -que originariamente nació en “La Gran Manzana” se sirve con orgullo en casi todas las cafeterías y restaurantes del país.
Si te gustan las tartas de queso aterciopeladas y con textura untuosa, esta es la tuya. El toque definitivo -y lo que la distingue de otras- es su crujiente base de galleta y la roja acidez de la mermelada de frutos del bosque. ¡Todo un espectáculo para la vista y el paladar!
Definitivamente, hoy tenemos antojo de tarta de queso NY, así que -aunque la 5ª Avenida nos pille algo lejos- no nos vamos a quedar con las ganas. ¿Te apuntas?
¿Cuál fue el origen de la NY Cheesecake?
- La tarta de queso no surgió en EEUU, como mucha gente cree, sino en la Grecia Clásica (4.000 años atrás), donde formaba parte de la dieta de los atletas olímpicos por su alto valor nutricional.
- Los romanos la adoptaron con el nombre de libuma y modificaron la receta con mucho acierto, añadiéndole huevos. Esa popular receta (que sólo se elaboraba en días especiales) se extendió por todo el imperio y se asentó con variaciones, según las versiones de los distintos países, hasta nuestros días.
- Seguramente fueron los españoles a partir de principios del XVI los que llevaron por primera vez la receta de la tarta de queso a América, si bien se cree que la NY Cheesecake surgió a finales del XIX.
- No hay pruebas escritas de cuándo ni dónde nació la archiconocida NY Cheesecake, aunque en el barrio de Little Italy presumen de hacer la mejor. Los italoamericanos aseguran que fueron sus ancestros los que trajeron la tarta de queso a la Metrópoli, incorporando la base de galleta crujiente que le ha dado fama a nivel mundial.
Ingredientes
- Para un molde de 18 cm: 120 g de galletas
- 60 g de mantequilla fundida
- 1 trocito de mantequilla para engrasar las paredes del molde
- 400 g de queso crema
- 120 g de azúcar
- 200 g de crema agria o nata
- 150 ml de nata líquida
- 2 huevos camperos Pazo de Vilane
- 2 cucharadas rasas de maicena
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- El zumo de ¼ de limón
- 1 bote de mermelada de frutos del bosque Pazo de Vilane
Elaboración
- Machaca las galletas, hasta que queden con textura de migas finas.
- Añade la mantequilla derretida y mezcla bien.
- Coloca la pasta de galletas en la base del molde, repartiéndola homogéneamente.
- Engrasa las paredes del molde con mantequilla y coloca a continuación una tira de papel de hornear.
- Coloca el molde encima de un cuadrado grande de papel de aluminio y con el sobrante cubre las paredes exteriores, hasta forrarlo.
- Precalienta el horno a 180º, calor arriba y abajo.
- En un bol, mezcla con unas varillas manuales el queso crema y el azúcar.
- Luego incorpora la crema y la nata líquida.
- Por último, añade los dos huevos, la maicena, la vainilla y el zumo de ¼ de limón y mezcla todo muy bien.
- Vierte esta mezcla en el molde, sobre las galletas, y alisa la parte superior de la masa con una espátula.
- Introduce el molde en la bandeja del horno, en la posición media, calor arriba y abajo, y vierte un poco de agua (hasta la mitad) para cocer al baño María.
- Hornea a 180º durante 30 minutos.
- Transcurrido este tiempo, reduce a 150º, y deja otros 30 minutos más.
- Apaga el horno y deja la tarta dentro, con la puerta entreabierta, durante 1 hora más.
- Luego saca y deja enfriar sobre una rejilla.
- Guarda en la nevera durante al menos 6 horas.
- Cuando vayas a servirla, pon en una cazuela el contenido de un bote de nuestra mermelada de frutos del bosque, con 2 o 3 cucharadas de agua. Deja hervir a fuego lento 1 o 2 minutos.
- Añade agua si se queda seco y remueve para que no se pegue.
- Luego, pásalo por la batidora hasta que quede bien fino y cuélalo, si lo ves necesario.
- Desmolda la tarta, córtala y sirve un chorrito de coulís de frutos del bosque sobre cada porción de tarta.