En Pazo de Vilane somos muy fans de las natillas de toda la vida, hechas con huevos camperos. Y es que son de esos postres que nosotros denominamos «universales», porque gustan a todo el mundo, son muy fáciles de elaborar y para colmo son muy nutritivos.
¿Tienes en casa a niños, ancianos, o enfermos inapetentes? Prueba a darles unas natillas. Huevos, leche, vainilla, limón, harina… ¡Son pura dinamita nutricional!
Los trucos de Pazo de Vilane para unas natillas perfectas
- Te saldrán sin grumos si bates muy bien al hacer la primera mezcla de yemas, azúcar y harina de maiz. Nosotros siempre la hacemos en un tazón, porque las paredes ayudan a disolver bien todos los ingredientes.
- Es importante que trabajes a fuego medio o incluso lento; no dejes que hiervan.
- La textura fina (de unas natillas espectaculares) la conseguirás con el paso final. O sea, colándolas con un tamiz o chino.
- A nosotros nos encanta coronar las natillas con una galleta, mejor si es casera. Colócala justo cuando empiecen a cuajar, después de haberlas servido en sus cuencos.
- La canela nos vuelve locos; si ese es tu caso, no dudes en añadirla como toque final. Ya sabes que la canela y la vainilla se llevan de maravilla.
Ingredientes
- 1 l. y ½ de leche
- 6 yemas de huevo
- 6 cucharadas soperas de azúcar (colmadas)
- La cáscara de un limón
- 2 barras de vainilla
- 1 cucharada sopera de harina de maíz
Elaboración
- Cuece la leche con 4 cucharadas de azúcar y la cáscara del limón.
- Aparte, bate las 6 yemas, las 2 cucharadas de azúcar y la cucharada de harina.
- Cuando la leche haga burbujas en los bordes, baja un poco el fuego.
- Sin dejar que hierva, echa muy poco a poco unas cucharadas de esta mezcla (la de la cazuela) en el tazón, moviendo muy bien.
- Una vez bien ligada esta mezcla, vierte el contenido del tazón en el cazo, y no pares de dar vueltas con una cuchara de madera, para evitar que hierva.
- Sigue removiendo hasta que la espuma que se habrá formado en la superficie desaparezca.
- Cuélalas con un colador de agujeros grandes (un chino, por ejemplo).
- Viértelas directamente en los cuencos donde quieras servirlas y mételas en la nevera.