Cítrica, dulce y cremosa. Así es nuestra lemon pie o tarta de limón, un postre que entra por la vista y conquista el paladar, equilibrando perfectamente sabores con texturas. Su base crujiente y mantecosa constituye el soporte ideal para un relleno suave, variado y vibrante, donde el frescor del limón se mezcla a la perfección con el azúcar del merengue, ¡logrando un contraste exquisito!
Si hay una receta en la que los huevos de primera puesta Pazo de Vilane tienen un papel vital, es esta. Los utilizamos tanto en el lemon curd como en el merengue con el objetivo de aportar a la tarta la consistencia y el sabor deseados. La yema de estos huevos de nuestras gallinitas más jóvenes, más rica y concentrada, aporta al relleno una sedosidad incomparable; mientras que las claras, batidas con esmero, dan lugar a un merengue ligero y aireado, que una vez dorado hace las delicias de todos los comensales.
Además, utilizándolos estás contribuyendo directamente al cuidado del entorno, la reducción del desperdicio alimentario y el fomento del empleo rural. ¿No es maravilloso? ¡Vamos con la receta!
Lemon pie o tarta de limón, el postre de la realeza
Lo cierto es que, como siempre sucede en estos casos, existen diferentes versiones acerca del origen de esta deliciosa creación, la tarta lemon pie. Muchas de ellas apuntan a la realeza inglesa como principal fuente de influencia en su desarrollo. ¡Sigue leyendo si quieres descubrir el resto de la historia!- Una de las principales razones que sostienen la teoría anterior es el hecho de que en pleno siglo XVIII, cuando apareció por primera vez esta tarta, sus ingredientes eran accesibles únicamente a las clases más pudientes. Limones frescos, azúcar refinado, huevos, mantequilla… Eran productos costosos difíciles de conseguir fuera de la monarquía y la aristocracia.
- Hay quien asegura que este “pie” o tarta de limón, tal y como la conocemos hoy, fue en realidad un invento americano, nacido en Philadelphia en el siglo XIX. Según esta versión de la historia, fue una pastelera la que elaboró la receta a partir de un merengue ideado para aprovechar las claras de huevos sobrantes de bizcochos y pasteles.
- Sea como sea, lo que resulta evidente es que este postre tiene bien merecido su reconocimiento, tras haber sido capaz de trascender épocas (y fronteras). No seremos nosotros quienes le quitemos protagonismo a la importancia de los huevos camperos en su éxito.
- Y es que no hace falta darle muchas vueltas a la cabeza para darnos cuenta de que en el momento de su creación nuestros antepasados disponían exclusivamente de huevos de casa, recién cogidos de las gallinas que ellos mismos criaban con esmero y dedicación en sus granjas al aire libre. Exactamente lo mismo que seguimos haciendo siglos después en Pazo de Vilane.
- Para que la receta sea lo más fiel posible a sus orígenes, te aconsejamos que entres en nuestro buscador de tiendas, eches un vistazo a los puntos de venta en los que puedes encontrar huevos camperos de nuestro queridísimo Pazo gallego y, cuando salgas a hacer la compra, te adueñes de un par de estuches. ¡El resultado del Lemon Pie superará con creces a todo lo que has probado hasta ahora! Prepáralo y nos lo cuentas.
Ingredientes
- Para la base: 15 galletas de mantequilla
- 3 cucharadas de coco rallado
- 3 cucharadas de mantequilla derretida
- ¼ de cucharadita de canela
- Una pizca de sal
- Para el lemon curd: 5 huevos de primera puesta Pazo de Vilane
- 3 limones (150 ml de zumo más su ralladura)
- 200 g de azúcar glas
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 cucharadita de mantequilla
- Para el merengue: 3 claras de huevo de primera puesta Pazo de Vilane
- Azúcar glas al gusto
- 1 cucharada de almidón de maíz
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1 cucharada y ½ de esencia de vainilla
Elaboración
- Prepara la base triturando las galletas y mezclándolas en un bol con el coco rallado, la mantequilla derretida, la canela y una pizca de sal. Vierte la mezcla en el molde, presionando bien para formar una base compacta. Reserva en el frigorífico mientras preparas el lemon curd.
- Vamos con el lemon curd o crema de limón: lava muy bien los limones, sécalos con un paño y retira la piel con un pelador eliminando toda la parte amarilla. Con ayuda de un batidor o cualquier robot o procesador de alimentos, tritura primero todas las pieles amarillas del limón (no la parte blanca). Después incorpora el azúcar y vuelve a triturar.
- En una cazuela, calienta suavemente los 150 ml de zumo de limón junto con los huevos, la esencia de vainilla y la mezcla de limón y azúcar. Remueve constantemente con unas varillas (este paso es muy importante para evitar que se cuaje de golpe y aparezcan trocitos blancos de clara). Pasados unos 8-10 minutos, comenzará a cuajar uniformemente.
- Cuando tenga la consistencia deseada (suave y sedosa), pásala por un colador de malla fina para eliminar los restos de piel de limón.
- Por último, añade la mantequilla y mezcla bien hasta que se derrita por completo, integrándose en la crema.
- Una vez frío, extiéndelo sobre la base de galleta. Lleva la tarta nuevamente al frigorífico y deja reposar un par de horas para que tome consistencia.
- Mientras, prepara el merengue. Bate las claras rítmicamente con unas varillas o un robot de cocina hasta que empiecen a montarse. Añade poco a poco el azúcar glas hasta alcanzar el punto de dulzor deseado. Incorpora con cuidado el jugo de limón, la esencia de vainilla y el almidón de maíz. Continúa batiendo hasta que obtengas un merengue firme, suave y brillante.
- En esta tarta la capa tostada de merengue juega un papel fundamental. Para ello, extiende el merengue sobre el lemon curd y tuesta ligeramente los picos con un soplete de cocina. No tengas respeto, ¡es mucho más fácil de lo que parece! Verás que, con esta tarta, no hay invitado que se resista.