Delicada, original y con un sabor realmente explosivo. Desde luego, esta receta de crema de yemas con erizos no es un plato al uso. Descúbrela.
La carne de erizo, todo un manjar conocido por muy pocos (pero muy apreciado por los que lo han probado) le aporta a la crema un intenso sabor a mar. Y las yemas de huevos camperos de Pazo de Vilane, de vivo color anaranjado y textura envolvente, lo mejor de la tierra.
¿Imaginas el resultado? Pues un plato digno del restaurante más chic.
Avisamos: la carne de erizo no es barata, menos aún si es fresca. Pero si tienes una celebración por delante, como el cumpleaños de un adulto, una fiesta navideña, un aniversario, o la cena de enamorados (ojiño, que dicen que el erizo es afrodisíaco) merece la pena el desembolso. ¡Un día es un día!
Trucos del Pazo para preparar la crema de yemas con erizo sin que te pinche el bolsillo
- Esta receta es idónea para los meses más fríos, de diciembre a marzo, que es cuando podrás encontrar en el mercado los erizos gallegos más frescos.
- Ahora bien, si tuviéramos que recomendarte un momento, nos inclinaríamos por el mes de enero, cuando bajan los precios después de las navidades y los erizos están en plena temporada.
- No obstante, si te apetece servir esta crema en otra época del año puedes prepararla con una buena conserva de carne de erizo. La ventaja es que te será mucho más rápido y fácil.
- Aquí va otro de nuestros trucos del Pazo: la receta también queda riquísima si usas otros mariscos o moluscos, como la carne de unas vieiras o unos mejillones bien triturada. Incluso, también puedes aprovechar las huevas de un centollo o un buey de mar (hembras, claro está).
Ingredientes
- 4 yemas (de 4 huevos camperos) de Pazo de Vilane
- 1 chorrito de aceite
- Carne de erizo
- 1 chorrito de vermut
- 1 puñado de germinados y/o champiñones (bien limpios)
- Opcional: picatostes hechos con pan duro
Elaboración
- Prepara un recipiente (un cacito pequeño o similar, dentro de otro) para cocinar al baño maría. Vierte las dos yemas de huevo y bate con varillas, ligeramente, emulsionando con un pequeño chorrito de aceite de oliva.
- Sigue batiendo hasta que dobles su volumen.
- Aparte, extrae con cuidado la carne del erizo y colócala en un cuenco. Añádele un chorrito de vermut y con una batidora o robot de cocina haz una crema o puré.
- Incorpora en las yemas la crema de erizo, conservando la temperatura suave del baño maría durante unos minutos. Es importante que no se caliente demasiado. Si es necesario, aparta del fuego de vez en cuando.
- Emplátalo en cuencos o platos hondos. Como adorno coloca unos germinados o unas láminas muy finas de champiñones de la variedad Portobello.
- Aunque este paso es opcional, le darás un toquecito crujiente muy original si añades unos picatostes de pan fritos en aceite de oliva.
