Los canutillos de crema son uno de esos «pecados» tradicionales gallegos por los que merece la pena afrontar la penitencia de la dieta de enero. Porque, puestos a olvidarnos de la línea… ¡Hagámoslo por algo que merezca la pena!
Quedas avisado: la masa es de esas crujientes y adictivas, que se deshacen en la boca y te llevan a la perdición. Y el relleno de crema pastelera es untuoso, dulce, pero nada empalagoso. Una experiencia culinaria sencillamente espectacular.
Desde Pazo de Vilane nos atrevemos a darte un consejo… A ti, disfrutón de la vida, que no te falte en tus sobremesas navideñas una bandeja bien llena de canutillos de crema. Las tardes invernales son oscuras, frías y largas… ¡Llénalas de calor con buenos postres, familia y amigos!
Trucos para que te salgan unos canutillos de crema "de pastelería"
- Aunque esta receta parece complicada a simple vista, es bastante sencilla una vez te pones manos a la obra. Eso sí, no intentes hacerla sin los canutillos metálicos (o acabarás con unos churros de formas caprichosas :)).
- Es importante que los frías en abundante aceite de oliva y que regules bien la temperatura: ni muy caliente, pues se te quemarían; ni demasiado templada, o quedarían crudos. Irás encontrando "el punto" con los primeros canutillos.
- Es mejor que la crema pastelera se enfríe -o al menos se atempere- antes de rellenarlos. Si no tienes manga pastelera, puedes sustituirla perfectamente por una bolsa de plástico para alimentos. Cortando uno de los picos te hará el mismo servicio.
- Espolvorea el azúcar glas con un colador, dando toquecitos. Así darás al postre ese apetitoso aspecto "nevado" de escaparate de pastelería de lujo.
Ingredientes
- Para la masa: 1 huevo campero
- 100 ml de leche
- 100 gr. de mantequilla
- 200 gr. de harina de trigo (o lo que admita)
- Para la fritura: Moldes metálicos para canutillos
- Aceite de oliva (algo más de medio litro)
- Para la crema pastelera: 250 ml. de leche
- 60 gr. de azúcar
- 2 yemas de huevos camperos Pazo de Vilane
- Media ramita de canela
- 20 gr. de harina de maíz
Elaboración
- Elabora en primer lugar la crema pastelera: calienta la leche con la canela en un cazo, pero reserva un vaso de leche fría.
- Mientras hierve, vierte el vaso de leche en un bol, añade la maicena, el azúcar y las yemas bien frescas. Mezcla muy bien con unas varillas y reserva.
- Cuando rompa el hervor, apaga el fuego, y deja reposar. Luego, retira la canela.
- A fuego moderado, añade la mezcla anterior (el vaso de leche, las yemas, etc.), despacio y sin dejar de remover.
- Cuando espese, enfría en un bol aparte. Truco Pazo de Vilane: Si no quieres que te salgan grumos o costra en la parte superior, tapa la crema con un film de plástico (bien pegado) de manera que no entre aire. Déjalo enfriar fuera del frigorífico.
- Prepara la masa: en otro cuenco, mezcla la mantequilla a punto de pomada con la leche y un huevo campero de Pazo de Vilane batido.
- Añade la harina poco a poco, con un tamiz. Remueve con una cuchara de madera. Cuando la masa se despegue de las paredes del molde, continúa amasando a mano (si se te pega, es que falta harina; añade más).
- Ve formando bolitas pequeñas, más pequeñas que una nuez. Aplasta cada bola hasta formar un círculo.
- Enrolla e iguala con la mano (como cuando hacías plastilina en el cole).
- Vamos con la fritura: pon medio litro de aceite en una sartén y cuando esté caliente (no excesivamente) echa los canutillos.
- Fríelos de 5 en 5. Dales la vuelta con un tenedor (o unas pinzas) hasta que los veas dorados.
- Retíralos a un plato con papel absorbente y cuando se templen desmóldalos con las manos (ayúdate de un papel de cocina).
- Presentación: rellena los canutillos por ambos lados con crema pastelera, ayudándote de una manga. Vete colocándolos en una bandeja; finalmente espolvorea con azúcar glas y remata (aquí y allá) con unos montoncitos de mermelada de frambuesas. Ese puntito ácido te encantará.