Una de las cosas que pone a prueba la paciencia de cualquiera es pelar un huevo duro. Y es que no siempre la cáscara sale a la primera y de una vez. A veces se resiste… ¡y de qué manera!
El asunto puede pasar de anecdótico a verdaderamente desesperante cuando tienes que pelar una fuente grande de huevos cocidos para elaborar huevos rellenos, huevos villaroy, ensalada César u otras recetas semejantes, porque en la cocina nunca nos sobra el tiempo.
Por eso mismo, y para facilitarte tan engorrosa tarea, hemos recopilado todos los trucos que conocemos para pelar huevos duros sin que se pegue la cáscara. Los hay tradicionales, originales, sencillos o más elaborados, pero todos funcionan.
Ahora bien, y sin temor a hacerte spoiler, te adelantamos que nuestro primer consejo es algo tan aparentemente básico como cocer adecuadamente los huevos, a fin de poder pelarlos bien después.
Por otro lado, te resultará curioso comprobar que, sólo en este caso, la frescura de los huevos juega en tu contra.
Los huevos muy frescos, como los de Pazo de Vilane, que llegan a tu comercio con poquísimos días de puesta, son más costosos de pelar. El motivo es que las membranas del huevo comienzan a despegarse de la clara a medida que pasan los días, porque el aire penetra poco a poco a través de la cáscara, que es porosa.
Nos ha pasado cientos de veces en el Pazo: nos cuesta mucho más pelar un huevo recién cogido del gallinero… ¡Pero merece la pena!
Así pues, no pierdas de vista todas nuestras indicaciones y truquitos a este respecto, porque te facilitarán mucho la tarea cuando te pongas “manos a la obra”. Ya verás qué diferencia.
¡Comenzamos!
Cómo cocer huevos para que la cáscara salga con facilidad
Te lo avanzábamos antes: es necesario poner en práctica algunos consejos importantes previamente, durante y después de la cocción. Si los huevos están bien cocidos, pelarlos será coser y cantar.
En primer lugar, saca los huevos del frigorífico, al menos, con media hora de antelación, para que se atemperen y no estén tan fríos. En este caso podrás empezar la cocción con agua caliente o incluso hirviendo. Como el huevo no sufrirá un cambio brusco de temperatura, no se agrietará al cocer.
Ahora bien, si no has tenido tiempo de sacarlos antes, no los sumerjas directamente en agua muy caliente; mucho mejor en fría, así le darás tiempo a adecuarse poco a poco a las temperaturas de cocción y no se romperá.
En cualquier caso, es mejor asegurarse con dos truquiños de toda la vida: echar sal y un chorrito de vinagre ayudará a que los huevos se cuezan sin que se quiebren.
Asimismo, es fundamental que el agua cubra los huevos por completo, para que hiervan de manera uniforme.
Si prefieres echar los huevos en la cacerola cuando hierva, hazlo con mucho cuidado, de uno en uno, e inmediatamente dales unas vueltas con una cuchara de madera: con este truco tan sencillo las yemas te quedarán bien centraditas.
Déjalos cocer sólo 10 minutos, bien desde que rompa el hervor, bien desde que los eches en agua ya hirviendo.
Una vez transcurra este tiempo es muy importante cortar la cocción en agua muy fría, mejor si está heladora (puedes añadir unos cubitos de hielo).
Técnicas para pelar un huevo
Una vez fríos, llega la tarea de pelarlos. Para ello te proponemos varias técnicas; ahora es cuestión de que practiques y elijas la que más te guste.
Técnica del bote con agua
Mete el huevo en un bote de cristal con tapa, rellénalo de agua hasta la mitad, tápalo bien y agita suavemente. Al golpear contra las paredes la cáscara se agrietará uniformemente; luego no tendrás más que tirar de un trocito: el resto, unido por la membrana, saldrá detrás.
Técnica del cuenco con agua
Sumerge los huevos en un bol o en un cuenco grande con agua calentita y pélalos dentro, con las manos. El agua te ayudará a despegar la telita o membrana de la cáscara y la tarea te será bien sencilla.
Técnica del golpe en la base
Si prefieres no emplear ningún utensilio, la forma más eficaz de comenzar a pelar un huevo duro es darle un golpe seco contra la encimera, justo en la base del huevo (es decir, la contraria a la más picuda).
Como es en esta zona donde comienza a penetrar el aire a través de su cáscara porosa, siempre queda un hueco (más o menos grande, dependiendo de lo fresco que esté).
Como apuntábamos antes, a mayor frescura, menor será ese hueco o margen. Pero incluso si te “enfrentas” a un huevo muy fresco, es sin duda el mejor lugar para abordarlo.
Luego retira los primeros trocitos de la base y continúa pelando en redondo, ayudándote de tu dedo pulgar y tratando de introducirlo entre la membrana y el huevo. Tira suavemente y arrastrará buena parte de la cáscara.
Técnica de la paleta o cuchara de madera
Apunta este otro truco: tras los 10 minutos de rigor de cocción, retira la cazuela del fuego y con una paleta o una cuchara de madera, golpea con cuidado los huevos, hasta romperlos (ojo, ten cuidado con las posibles quemaduras). Deja reposar unos minutos.
El agua casi hirviendo penetrará debajo de las membranas y, una vez se enfríe el agua, podrás pelarlos muy fácilmente.
Hasta aquí te hemos contado todos los trucos que conocemos para pelar sin esfuerzo un huevo duro: una tarea en apariencia sencilla, pero que puede complicarse y hacernos perder tiempo inútilmente.
Ahora sólo falta que te llenes de inspiración -te apuntamos un buen surtido de recetas con huevos cocidos- y te ciñas el delantal, para que puedas poner en práctica todas las técnicas que acabamos de compartir. ¡Ya nos contarás!
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