Cómo freír un huevo: tenemos los trucos definitivos

Con puntilla, sin puntilla, con la yema a un lado... Descubre cómo freir un huevo al gusto de cada comensal. Ya nadie te dirá 'no sabes ni freir un huevo'.

Friendo huevos en sartén

Seguro que alguna vez has oído la expresión “no sabes ni freír un huevo”, y habrás pensado que no es muy justa, porque no es tan sencillo dominar esa técnica. 

Y es que, lo confirmamos, no todo el mundo sabe cómo freír un huevo perfecto ni darle el toque ideal. 

A la hora de freír un huevo, se comenten muchos errores: o se rompen las yemas, o quedan demasiado hechas… También hay quien los quema por debajo o justo al contrario, deja la clara sin cuajar, dándole un aspecto gelatinoso muy poco apetecible. 

Cuando de huevos fritos se trata, no es difícil cometer estos traspiés culinarios (y otros muchos) y encima poner la cocina perdida porque el aceite ha saltado. 

Pero descuida, hemos indagado y hallado luz sobre las mejores técnicas para freír un huevo (con todos sus pasos y trucos) que te describimos a continuación, para que puedas elegir según tus gustos: con puntilla, sin puntilla, con poco o mucho aceite, con la yema centrada o a un lado… 

Como evitar que el aceite salte cuando fríes huevos

Un inciso: respecto a cómo evitar que el aceite salte mientras fríes un huevo, lo único que debes hacer es evitar que el aceite caliente entre en contacto con agua. Así pues, elige huevos camperos muy frescos, porque a medida que transcurren los días y envejecen acumulan más agua en su interior. 

Por otro lado, y por el mismo motivo, saca los huevos de la nevera una media hora antes de freírlos: esto hará que el contraste de temperatura entre el aceite y el agua del huevo no sea tan acusado.

Además, elige una buena sartén y, si puedes, resérvala solo para freír huevos. Usa sólo utensilios de madera o silicona para no rallarla y lávala a mano, sólo después de haberla dejado enfriar poco a poco (no uses el chorro frío del grifo). 

Cuando la vayas a usar, comprueba que esté bien seca. A veces las sartenes que no son de buena calidad conservan humedad en las juntas, entre el mango y la propia sartén.

Ahora bien, una vez que te asegures de todo lo anterior, hay varios trucos para que no salten los huevos al freírlos.

Algunos cocineros «curan» la sartén antes de echarle el aceite. Es decir, dejan que se caliente ligeramente antes de iniciar la fritura.

Otros, además, frotan un diente de ajo por toda la superficie (lo que encima le dará un puntito picante delicioso).

El truco que más nos gusta consiste en cascar el huevo sobre la espumadera, con un plato justo debajo. De este modo la espumadera hace de colador y el agua sobrante del huevo pasará al recipiente. Echa con cuidado el huevo en el aceite caliente y quedará recogidito, con una forma redonda bien definida.

En verano observarás más agua que en invierno, es normal, en épocas calurosas las gallinas beben más y parte del líquido sobrante pasa al huevo.

Otro tuquiño muy popular es el de añadir un pellizquín de harina en el aceite, justo antes de echar el huevo. También hay quien sustituye la harina por sal.

Pruébalos todos, y ya nos dirás. 

A partir de ahora, y con estos trucos en mente, podrás hacer gala de saber hacer el huevo frito perfecto. Calienta tu sartén, que te contamos todas las técnicas con pelos y señales. 

Huevo frito con puntilla

Huevo frito con puntilla

Uno de los preferidos de los españoles y uno de los más fáciles de hacer, por cierto. 

Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en tu sartén, con generosidad. Una vez humee, ve cascando tantos huevos como te apetezca comer (¿Qué menos que dos?). 

Ahora viene el truco principal: no muevas el huevo ni le eches aceite por encima, tan simple como eso. 

Espera unos 30 segundos y sácalo. Más sencillo, imposible, ¿verdad?  

Huevo frito sin puntilla con yema a un lado 

Huevo frito sin puntilla

Para elaborar un huevo frito sin puntilla y con la yema a un lado calienta un chorrito de aceite de oliva virgen extra en la sartén. No eches demasiado, sólo lo suficiente como para “manchar” el fondo.

Caliéntalo despacio, a fuego medio, y no esperes a que humee. Una vez que tenga temperatura, coloca en el centro un aro de unos 10 cm de diámetro y vierte con cuidado el huevo en el centro.  

No dejes que la sartén coja temperatura, o se te quemará; mantén siempre un calor constante, medio tirando a bajo. Tampoco muevas el huevo hasta que esté cuajado. 

Cuando veas que está listo, retira el aro con unas pinzas (porque quemará) y sirve. 

Huevo frito sin puntilla con la yema centrada

huevo frito con café

Deberás proceder como en el caso anterior, pero a la hora de verter el huevo, separa primero la clara de la yema y reserva esta última. 

Vierte dentro del aro primero la clara (bátela primero si te gusta que quede completamente lisa) y una vez esté casi cuajada, añade la yema justo en el centro. Deja unos pocos segundos y saca el huevo completo a un plato. 

Recuerda que la clave de esta fritura es controlar muy bien la temperatura, pues en cuanto te suba un poco más de la cuenta se quemarán los bordes o incluso toda la base del huevo.

Puedes hacer este mismo tipo de huevo con dos unidades (tal como se ve en la fotografía de más arriba) es decir, incorporando las dos claras batidas al principio y las dos yemas cuando estas estén cuajadas; todo ello, dentro de un aro más grande o de una sartén pequeña. 

Huevo frito con puntilla y yema velada

Huevo frito con tostada de bacon y tomate.

Si te gustan los huevos con la yema cubierta, deberás realizar la operación anterior, pero echando aceite por encima (ayudándote de la paleta) al final de la fritura.

Ten la precaución de hacerlo sólo cuando la clara ya esté cuajada y estés a punto de sacarlo; en caso contrario te quedará la yema demasiado hecha. 

Huevo frito “a su aire” y con poco aceite

Huevo frito sobre verduras

Otro de los más facilones, porque no tendrás que controlar la forma.

Mancha la sartén con un chorrito de aceite, calienta (no demasiado, que no alcance una temperatura alta) y vuelca el huevo. 

Mueve la sartén para que la clara se reparta bien y cuaje en seguida. ¡Ya lo tienes!

Como ves, freír el huevo frito perfecto tiene “su aquel”, pero una vez conoces todas las técnicas y sus truquiños, te convertirás sin esfuerzo en el mejor especialista. 

Sólo debes tener en cuenta que cuanto más frescos y bien producidos sean tus huevos camperos (a partir de gallinas en libertad, que pasten todos los días del año en pastos frescos y verdes) mejores serán tus resultados en la cocina. ¡Qué aproveche!

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