El huevo es uno de los alimentos más completos que existen. Sus proteínas de alto valor biológico y su versatilidad lo convierten en un elemento fundamental de nuestra gastronomía. Sin embargo, habitualmente, asociamos el huevo a la yema y la clara y no solemos conceder importancia a su cascarón.
¿Cuál es la composición de la cáscara del huevo?
En el “Gran libro del huevo” , publicado por el Instituto de Estudios del Huevo, podemos comprobar que la cáscara del huevo está formada principalmente por calcio. Sin embargo, en su composición también podemos encontrar sodio, magnesio, zinc, manganeso, hierro, cobre, aluminio y boro. Además de todos estos componentes, también existen diferentes concentraciones de pigmentos (principalmente protoporfirina y biliverdina) que serán responsables del color del huevo.
Estructuralmente, la cáscara está compuesta por una cutícula orgánica de proteínas y dos membranas testáceas (interna y externa). Gracias a estas membranas, el interior del huevo está protegido frente a posibles penetraciones bacterianas. Recientemente, en un estudio internacional liderado por Marc McKee, profesor en McGill University de Canadá, con la participación Alejandro B. Rodríguez Navarro, profesor de la Universidad de Granada, se ha confirmado que la cáscara del huevo evoluciona durante su vida útil. Durante la investigación han analizado las nanoestructuras de la cáscara del huevo y han ratificado que la cáscara modifica su dureza, su elasticidad y sus propiedades con el paso del tiempo. Esto se debe a que la cáscara inicialmente debe proteger férreamente el interior, pero debe ser fácil de romper en el momento de la eclosión.
¿Por qué no se pueden lavar los huevos?
El cascarón cuenta con numerosos poros para permitir el intercambio de gases entre el interior y el exterior. Si lavamos los huevos, las bacterias podrían penetrar en el interior a través de estos poros con la ayuda del agua.
La legislación establece que los huevos deben comercializarse con la cáscara limpia e intacta (Reglamento 589/2008 en su artículo 2.1.a). La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) emitió un informe en el que confirma que la luz ultravioleta resulta eficaz para la reducción de la carga microbiana de la cáscara del huevo. Sin embargo, el método es limitado dado que algunos microorganismos resisten el tratamiento. Por lo tanto es importante manipular con cuidado los huevos y lavar las manos tras su uso para evitar la contaminación cruzada.
¿Se puede comer la cáscara de huevo?
Desde hace unos años, han salido varios reportajes en los que se anima a consumir cáscaras de huevo debido a su gran contenido en calcio. Esta idea nace, a partir de un estudio realizado en 2013 . En él se recoge que si trituramos la cáscara de huevo hasta convertirla en polvo y la añadimos a la pasta o a la masa de pizza, se puede tratar de paliar las deficiencias de calcio que existen en la dieta. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha profundizado mucho más en este campo.
Por el momento, tan solo es destacable una publicación de la University of Sidney . Los investigadores trataron de atajar la desnutrición en África con suplementos alimenticios caseros. Entre ellos, un suplemento de calcio realizado a partir de cáscara de huevo. Aunque en este caso, proponían hervir previamente las cáscaras 15 minutos para evitar posibles patógenos, sigue sin haber estudios que ratifiquen la seguridad de este método al 100%. Además, es importante tener en cuenta que a pesar de que la cáscara tiene mucho calcio, no es fácilmente asimilable por nuestro organismo.
Usos de la cáscara de huevo
Más allá de si las cáscaras pueden ser comestibles o no, es posible darles una segunda vida. Además de las manualidades que puedes hacer con la cáscara del huevo, es conocido su uso como fertilizante en zonas con suelos de gran acidez como Galicia, Zamora, León y Asturias.
La cáscara de huevo para las plantas
Al aplicar cáscara de huevo al suelo como material encalante se logra elevar el pH del sustrato sin necesidad de aplicar otros productos químicos, siendo un aliado perfecto para la agricultura ecológica.
En efecto, hay suelos especialmente ácidos (con Ph por debajo de 5,5 durante la mayor parte del año) que dan problemas de fertilidad, ya que la mayoría de las plantas (un 80%) prefieren un Ph entre 5,5 y 7.
Pero con cáscaras de huevo es bien sencillo solucionar ese problema, pues su contenido en calcio ayuda a elevar el Ph.
Elevar el PH del suelo con cáscara de huevo
Si quieres corregir problemas de acidez del suelo de tus plantas, o lo que es lo mismo, alcalinizarlo, reúne unas cuantas cáscaras de huevo y ponlas a remojar en agua, por lo menos una hora. De este modo evitarás los restos de la clara y evitarás pudriciones y los consecuentes y molestos insectos.
- Mueve bien las cáscaras de vez en cuando para que queden bien limpias
- Luego, extiéndelas sobre una bandeja o fuente, y déjalas secar al aire libre.
- Transcurridos un par de días, ponlas sobre un paño de algodón, en el centro. Coge los cuatro picos del paño y envuelve bien las cáscaras, retorciendo la tela sobrante.
- Con la ayuda de un martillo o una maza, machaca bien a través de la tela. Cuanto más fino sea el polvo obtenido, más rápido hará efecto. ¡Listo!
Ya tienes un elevador de Ph en polvo que además aportará a tu suelo carbonato cálcico (un 94%) y pequeñas cantidades de potasio y fósforo. Lo que te sobre puedes guardarlo en un bote de cristal con tapa, bien cerrado.
Usa la cáscara de huevo como abono orgánico
Una de las cosas que puedes hacer para aprovechar las cáscaras de huevo es elaborar tu propio abono, especialmente si tienes un huerto con tomates, pimientos, calabazas o berenjenas. Aporta calcio y potasio, minerales imprescindibles si quieres evitar la pudrición de las raíces. También puedes añadir una botella de este fertilizante a tus frutales: mejora la calidad de la fruta, previene enfermedades y refuerza a las plantas frente al estrés por calor. Es un abono fácil de elaborar y que ofrece un gran resultado en tus plantas:
- Aparta unas 6 cáscaras de huevo (o más, si tienes a mano), con su membrana, y tritúralas lo más finas que puedas. Puedes hacerlo con una batidora o robot de cocina, o bien con el almirez.
- Mezcla este polvo con unos 2 litros de agua y ponlo en una cazuela. Llévalo a ebullición y déjalo hirviendo 5 minutos.
- Retira y tapa con un paño 24 horas.
- Finalmente, cuela y con esta infusión riega las plantas a las que les convenga el calcio, al menos una vez al mes.
Evita plagas en tus plantas
Puedes evitar las plagas de insectos que se arrastran por el suelo: caracoles, babosas, gusanos, etc. si sitúas grandes trozos de cáscara de huevo en la tierra alrededor del tallo.
Sencillamente, estos bichitos no las soportan porque se pinchan con sus aristas, así que eligen otras “víctimas” desprotegidas.
Aprovecha las cáscaras de huevo para hacer compost orgánico
Si todavía te sobran muchas cáscaras, no dudes en mezclarlas con otros ingredientes orgánicos que empleas en tu compost natural, como residuos vegetales del jardín, hierba cortada, desechos de café o té, periódicos viejos, así como desechos de fruta o verdura.
Las cáscaras aportarán el calcio y potasio y tu compost será aún más rico en nutrientes.
No olvides lavar las cáscaras previamente para evitar posibles bacterias dañinas y no atraer animales como alimañas o roedores.Recuerda que cuanto más pequeños sean los trocitos, menos tardarán en descomponerse.
Nuevos usos: la cosmética natural
En las industrias de cosmética y salud también se están empezando a emplear las cáscaras de huevo. Eco-Shell es un proyecto de la empresa navarra Eggovo financiado a través iniciativa europea ECO-INNOVATION. Eggovo presenta varias patentes de separación de cáscara y membranas sin aditivos químicos y genera productos sostenibles derivados del carbonato cálcico extraído de los huevos.
Los huevos camperos de Pazo de Vilane se caracterizan por tener una cáscara resistente debido a las condiciones de cría en libertad de nuestras gallinas y a su alimentación equilibrada. Pero si quieres profundizar más sobre las distintas partes que componen el huevo, te ofrecemos mucha más información sobre la yema, la clara del huevo y la membrana. ¡Descúbrela!
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