El salmorejo es un plato andaluz, más concretamente de la provincia de Córdoba, de origen humilde, pero de sabor extraordinario.
Como es un plato económico y fácil de preparar, con ingredientes al alcance de la mano de todas las clases sociales (tomates, aceite de oliva, pan y huevos) era una de las comidas típicas de verano que llevaban los campesinos al campo.
Fresquito, suave y energético, los labradores solucionaban la comida del día con esta especie de sopa espesa, tan sabrosa como saludable.
Hoy día preside las mesas de los mejores restaurantes -en sus diversas versiones- en forma de fina muselina y acompañada con los más originales ingredientes: desde uvas hasta tomatitos desecados, pasando por frutos secos u hojas de albahaca.
No obstante, a nosotros nos sigue encantando en su versión clásica: con trocitos de huevo cocido y jamón serrano y un chorrito de aceite de oliva para darle «luz» al plato.
Es perfecta como entrante o incluso plato único de una comida veraniega, y lucirá perfecta como plato festivo.
No lo dudes más y sírvela hoy mismo en tu mesa. ¡Te lloverán los piropos!
Trucos para hacer el mejor salmorejo
- El truco principal es elegir bien los ingredientes. Los tomates deben ser madurados al sol (no de invernadero).
- El pan, mejor si es candeal y de uno o dos días (ya duro).
- Elige un aceite de oliva virgen extra con mucho cuerpo y sabor.
- Por supuesto, los huevos camperos, que sean de Pazo de Vilane, porque nuestras gallinas pastan en los pastos verdes y frescos gallegos todos los días del año, y eso se nota. ¡Verás qué intensidad le dan al plato!
- Te hemos sugerido una proporción de ingredientes aproximada, porque dependiendo de los tomates que elijas soltarán más o menos jugo. Lo importante es que consigas esa textura fina de mayonesa un poco líquida. Añade más o menos aceite y pan en función de cómo te vaya quedando.
- Con el toque picante pasa algo parecido: en el Pazo sólo le echamos un diente de ajo mediano, pero si lo prefieres puedes echarle más. Lo dejamos a tu gusto.
Ingredientes
- 7-8 tomates rojos maduros pequeños
- 1 diente de ajo
- ¼ de barra de pan candeal
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
- Sal
- 2 huevos camperos Pazo de Vilane
- 150 g de jamón serrano en trocitos
- Pimiento verde (opcional)
Elaboración
- Remoja el pan en agua unos minutos.
- Pela los tomates, un diente de ajo y tritúralos juntos en un robot de cocina.
- Escurre bien el pan, añádelo, y vuelve a triturar hasta dejarlo bien fino
- Sin dejar de triturar, ve incorporando el aceite en un hilo muy fino, hasta que el salmorejo vaya tomando una textura cremosa, como de mayonesa, y quede todo bien ligado.
- Añade sal, pero no demasiada, pues el jamón le aportará bastante.
- Mete el salmorejo, tapado, en la nevera, para que esté muy frío a la hora de servir.
- Cuece los huevos durante 10 minutos (a partir del primer hervor). Llévalos a agua fría y pélalos. Córtalos en trozos menuditos y reserva.
- Prepara el jamón serrano cortándolo también, bien fino.
- Sirve el salmorejo frío en cuencos individuales, con un par de cucharaditas de huevo picado y jamón por encima. Si te gusta, puedes añadir también pimiento verde en trocitos.
- Adorna con un hilo muy fino de aceite de oliva.