Hoy toca recetón clásico y rico: patatas a la importancia, uno de esos platos del recetarío tradicional de la cocina española que gustan a todos.
La receta procede de las tierras más frías de la Meseta castellana, donde hoy día se siguen sirviendo en numeros hogares y restaurantes a modo de tapa o como acompañamiento, aunque hay quien las convierte en plato principal o único añadiéndole unos tacos de jamón o chorizo.
Sea como fuere, nosotros damos fe de que estas patatiñas a la importancia superan todas las expectativas.
Eso sí, cuando te pongas manos a la obra, escoge siempre unas buenas patatas y los mejores huevos camperos, mejor si están puestos por gallinas criadas como las de Pazo de Vilane, que disfrutan en libertad de los verdes pastizales gallegos. Porque en platos tan aparentemente simples y caseros como estos el secreto no es otro que la calidad de los ingredientes.
Cómo hacer unas Patatas a la importancia perfectas
- El grosor ideal de las patatas debe ser de unos 2 cm.
- Cuando frías las patatas, no escatimes en aceite, pues las patatas deben flotar en la sartén. Asimismo, vigila constantemente la temperatura para que no se doren en exceso.
- Las patatas a la importancia suelen llevar azafrán, pero si no tienes en casa (o no te gusta demasiado su sabor) prueba a sustituirlo por pimentón dulce.
- Cuando añadas el caldo de carne (mejor que sea casero) no te excedas con la cantidad. Debe cubrir las patatas apenas medio dedo. Así la salsa te quedará bien trabadita.
Ingredientes
- 800 g de patatas
- 3 huevos camperos Pazo de Vilane
- 1 cebolla grande o dos medianas
- 2 dientes de ajo
- 100 ml de vino blanco
- Harina
- Aceite de oliva virgen extra
- Unas hebras de azafrán
- 700 ml de caldo de carne
- Sal
- Perejil (opcional)
Elaboración
- Pela las patatas en rodajas y sazónalas. Bate los huevos en un bol.
- Enharina las patatas y pásalas por el huevo.
- Fríelas en una sartén con aceite y escúrrelas sobre papel absorbente de cocina.
- Pela y pica en trozos pequeños una cebolla de buen tamaño.
- Coloca las patatas encima y cúbrelas con el caldo. Cocina a fuego suave, tapadas, durante unos 15 minutos, vigilando que no queden secas. Prueba de sal y sirve.