Los huevos turcos son el desayuno por excelencia de este país mediterráneo, una verdadera delicia, sana y original, a la que te vas a enganchar sin remedio en cuanto la pruebes.
Los turcos suelen acompañarla con abundante pan de pita, y logran así un plato completo para afrontar las mañanas sin pasar hambre. Nosotros lo hemos probado, versionándolo a la española, con rebanadas tostadas de pan de masa madre regaditas con aceite de oliva y el resultado no puede ser más espectacular. Rompes la yema, la extiendes por el plato… ¡Y a mojar y mojar!
Te encantará la combinación de hierbas aromáticas y especias: es sencillamente riquísima, así como la salsa de yogur que con su toque ácido da el contrapunto al plato. La yema, claro está, logra armonizar todos los sabores.
Uso y disfrute de los huevos turcos
- Nos parece un verdadero planazo desayunar estos riquísimos huevos turcos cualquier mañana del fin de semana, en familia, y con todo el tiempo del mundo por delante para saborearlos.
- Eso sí, los huevos turcos no sólo son para el desayuno; a la hora de la cena te sabrán a gloria, lo mismo que como segundo plato a mediodía. Ya tienes otra idea fácil y muy sana para alimentar a los tuyos.
- Nada mejor para lucirse con esta receta que escoger unos buenos huevos camperos, como los que ponen nuestras gallinitas, que además de una alimentación rica en nutrientes (proporcionada por cereales y leguminosas, entre otros ingredientes naturales de calidad) tienen acceso libre a los ricos pastos gallegos. Los encontrarás en comercios grandes y pequeños, muy cerca de tu casa, con poquísimos días de puesta.
- Prepara los huevos escalfados o huevos poché justo al final, emplata y lleva a la mesa. Así los podrás servir calentitos.
- La salsa de mantequilla se solidifica pronto, así que trata de elaborarla también al final de la receta.
Ingredientes
- 5 cucharadas de yogur griego
- 1 pizca de escamas de sal
- 1 pizca de pimienta negra
- ¼ de diente de ajo rallado
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
- 4 huevos camperos Pazo de Vilane
- 1 chorrito de vinagre
- Mantequilla 150-200 g
- Chile fresco
- Ñora
- 2 cucharaditas de pimentón dulce
- 1 ramillete de perejil
- Hojas de hierbabuena
Elaboración
- Pon en un bol el yogur griego, la sal, la pimienta negra, el ajo rallado y el chorrito de aceite de oliva. Reserva.
- Por otro lado, prepara una salsa verde en el mortero, con un chorrito de aceite de oliva, perejil machacado, un pelín de ajo machacado, un chorrito de vinagre y una pizca de sal.
- Pon a derretir la mantequilla en una sartén, a fuego lento. Añade un chile rojo picante en rodajas, y una ñora grande, también en trocitos. Rehoga todo durante unos minutos. Finalmente, apaga el fuego y añade dos cucharaditas de pimentón dulce.
- Prepara unos huevos escalfados en una cazuela, con un chorro de vinagre y una pizca de sal.
- Cuando el agua va a empezar a hervir, baja el fuego, mueve el agua con movimientos circulares, y echa con mucho cuidado los huevos, uno a uno, en el centro del remolino. No lo toques durante unos segundos.
- Luego, sigue dando un ligero impulso al agua, con cuidado, para que no se rompa el huevo. Una vez se haya formado el huevo escalfado (en 2 o 3 minutos) sácalo, escurriendo el agua sobrante.
- Emplata inmediatamente los huevos, colocándolos sobre una base de la salsa de yogur. Añade la salsa verde por encima, hierbabuena picadita, y por último, la mantequilla con especias picantes y pimentón, todavía calentita.
- Acompaña con unas rebanadas de pan de masa madre tostadas. Moja y rompe la yema para que se impregne por todo el plato. ¡Que lo disfrutes!