Los huevos a la gallega, una receta típica que no mucha gente conoce, son sencillísimos de preparar y muy sabrosos, pues combinan ingredientes típicos de la gastronomía de Galicia: patatas o cachelos, lacón (esto es opcional) y huevos camperos.
Como es un plato tan fácil y tan versátil, seguro que te sacará de apuros en muchas ocasiones. Son ideales para reuniones informales, en comidas de picoteo de no mucha complicación; su sabor tradicional encantará a todos. Pero también en un brunch o en un desayuno especial brillarán con luz propia estos huevos a la gallega. En este caso te recomendaríamos que cambies el huevo cocido por uno frito. ¡Éxito asegurado!
Por supuesto, son imprescindibles en eventos o celebraciones con temática gallega: estos huevos son el plato perfecto para poner en valor nuestra gastronomía regional. Y es que los gallegos nos tomamos muy en serio todo lo que tiene que ver con la comida. Los alimentos deben ser de la mejor calidad, como los huevos camperos de Pazo de Vilane, bien producidos, puestos por gallinas a las que cuidamos con esmero, con libertad, pastos verdes, aire puro, y maíz y leguminosas de máxima calidad. Bienestar animal en su máxima expresión.
Sólo así pueden poner los huevos con más sabor y aroma. Si quieres probarlos no tienes más que buscar tu tienda más cercana aquí y podrás apreciar toda su riqueza de matices.
Trucos imprescindibles para bordar los huevos a la gallega
Esta receta no exige elaboraciones complicadas pero sí algunos truquitos que te ayudarán para obtener un sobresaliente por parte de tus comensales.- Elige muy bien los ingredientes. Ya hemos comentado la importancia que tiene la calidad de los huevos, pero asimismo tienes que tener cuidado con la elección del resto de ingredientes. Escoge patatas gallegas (cachelos) o patatas de calidad, harinosas y de buen sabor. Nosotros hemos usado pimentón de la Vera y un buen aceite de oliva virgen extra, de sabor afrutado. Además, si quieres puedes añadir un hilito de aceite de oliva aromatizado con guindillas, que da un toque final picantito excepcional.
- Cuece bien las patatas: en abundante agua con sal y una hoja de laurel. Las patatas deben ser de tamaños similares, así se cocerán por igual. Si tapas la cacerola se cocinarán más uniformemente y rápido. Hay quien añade una cebolla entera en el agua de cocción para darle más sabor, aunque esto es opcional.
- Respecto a la manera de preparar los huevos, en esta ocasión hemos elegido duros o cocidos, pero en algunas recetas tradicionales se hacen escalfados o incluso fritos. Da igual... ¡de cualquier forma están buenos!
- Puedes añadir más ingredientes típicamente gallegos: unas lonchitas de lacón recién cortado, zorza o un poco de pulpo... Te quedará un plato sencillamente delicioso.
Ingredientes
- 3 o 4 huevos camperos Pazo de Vilane
- 4 patatas o cachelos gallegos de tamaño mediano
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal gorda
- Pimentón de la Vera
Elaboración
- Cuece las patatas con piel y enteras durante unos 20 o 30 minutos, junto a una hoja de laurel. Comprueba si están listas introduciendo el filo de un cuchilllo afilado. Sácalas del agua y deja enfríar.
- En una cazuela aparte, cuece los huevos. Deja que hiervan 10 minutos desde el primer hervor. Cuando estén, llévalos a un recipiente de agua fría y luego pélalos y córtalos en rodajas.
- Pela con cuidado las patatas y córtalas en rodajas o en taquitos, más o menos del mismo tamaño que las rodajas de huevo. Ve colocándolas en un plato, junto a los huevos.
- En una sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva y sofríe un par de dientes de ajo. Incorpora dos o tres cucharas de pimentón y remueve, sin dejar que se queme. Retira del fuego y deja que atempere.
- Mezcla en un pequeño bol con aceite de oliva virgen extra, en crudo. Con este aliño, rocía las patatas. Por último, rocía con sal gorda al gusto.