Que sí, que es posible hacer las croquetas tan ricas como le salen a tu abuela. No tienes más que seguir nuestros pasos y echarle todo el amor que le pone ella.
Unas pechugas de pollo, un par de huevos cocidos y ya tienes listo el relleno, aunque puedes ponerle cualquier carne que tengas a mano en la nevera (o algún pescado: bacalao, merluza, gambas…).
Lo bueno de las croquetas es que casan bien con todo. No lo dudes y atrévete a elaborar este plato «de aprovechamiento» con el que causarás admiración.
Cómo hacer unas croquetas perfectas (y que siempre salgan bien)
Hacer unas croquetas perfectas tiene "su aquel". Deben ser jugosas pero no demasiado líquidas; consistentes, pero no apelmazadas, con tropezones en cada bocado, pero no a modo de amalgama. ¿Complicado? No tanto si sigues nuestros trucos y pasos de elaboración, así como las cantidades que te recomendamos. ¡Vamos allá!- La bechamel debe estar algo más sólida que en el caso de otros platos (como canelones, por ejemplo) para que más tarde sea más fácil armar las croquetas.
- Por supuesto, es fundamental que elijas huevos de la mejor calidad, como los huevos camperos que producimos en Pazo de Vilane, de gallinas que viven en granjas pequeñas y con acceso a extensos pastos verdes todo el año. Aunque estamos en el corazón de Galicia, en la Comarca de la Ulloa, llegamos a toda España. Aquí podrás consultar el punto de venta que más te convenga.
- Begoña, la cocinera de Pazo de Vilane, suele añadirle su toque personal: un poco de cebolla muy picadita que rehoga justo en el primer paso, con la mantequilla y el aceite de oliva. Es opcional, pero te recomendamos que lo pruebes: añade un extra de jugosidad y sabor al plato y queda tan blandita y transparente que nadie notará ese truquiño.
- Otro toque muy interesante lo aporta el perejil picado. No imaginas qué saborcito tan rico deja en la masa.
- Deja reposar las croquetas a temperatura ambiente unas 3-4 horas y un día completo más en la nevera.
- Para que salgan muy parecidas de tamaño, te dejamos otro consejito: corta con un cuchillo afilado en tiras iguales y luego en el sentido contrario, para que obtengas unos pequeños rectángulos. Luego amasa cada uno de ellos en forma de croqueta. Así te será más fácil calcular su tamaño.
- Amasa primero todas las croquetas (Begoña se ayuda con dos cucharas), baña al mismo tiempo en huevo batido y, por último rebózalas en pan rallado. Te resultará más cómodo y tardarás menos.
- Por cierto, puedes añadir una cucharada de harina al pan rallado para rebozar, quedan mucho más crujientes.
- Si vas a congelarlas, puedes colocarlas unas encima de las otras, pero intenta que se toquen lo menos posible (contrapeadas) porque de este modo podrás separarlas más fácilmente a la hora de freírlas. No hace falta que las descongeles: fríe en tandas pequeñas y con el aceite a buena temperatura.
- Si prefieres hacerlas previamente y servirlas calentitas en la mesa, no las lleves al microondas. Reserva el aceite y la sartén de la fritura y dales sólo un golpe de calor (con temperatura alta), apenas unos segundos.
Ingredientes
- Para la masa: 1-2 filetes de pechuga de pollo.
- 2 huevos duros picados
- Para la bechamel: 50 g de aceite de oliva virgen extra
- 100 de mantequilla
- 30 g de cebolla (opcional)
- 170 g de harina
- 800 g de leche entera
- Nuez moscada, pimienta y sal (al gusto)
- Perejil picado (opcional)
Elaboración
- Pasa los dos filetes de pollo por la plancha y pícalos en trozos pequeños.
- Haz lo mismo con los dos huevos cocidos camperos Pazo de Vilane.
- Prepara la bechamel: funde la mantequilla y el aceite y rehoga la cebolla, añade la harina y remueve con una cuchara de madera. Por último, incorpora poco a poco la leche, moviendo sin parar hasta que no quede ningún grumo.
- Salpimenta y añade la nuez moscada. Ahora, incorpora el pollo picado y el huevo cocido, mezclando bien. Vierte la mezcla sobre una fuente plana. Extiende hasta que la masa ocupe unos 2 dedos de alto.
- Tapa con film de cocina y deja que repose. Luego, introduce la bandeja en la nevera al menos durante 24 horas.
- Forma las croquetas y reboza tal como hemos explicado antes.
- Fríe con abundante aceite de oliva. Vigila muy bien la temperatura (no dejes que se te quemen por fuera ni que queden crudas). ¡A la mesa!
