Esponjoso, ligero, fácil, sumamente tierno, como una dulce nube de huevo campero que se deshace en tu boca; así es este bizcocho de viento o bolo gallego que prepararás en un santiamén.
Se elabora con poquísimos ingredientes (huevos camperos, harina, y poco más) y en nada de tiempo. Ni te contamos lo que durará en su bandeja…
El bizcocho de viento es considerado todo un “básico”, porque se puede comer solo (cuidado, no podrás parar; es suave, delicado y nada empalagoso) o bien como base de numerosos postres y tartas.
Tenlo siempre a mano y tendrás resueltos de forma sana y natural los desayunos y meriendas.
Todos los trucos secretos de Pazo de Vilane para hornear el mejor bizcocho de viento
- Pssss, pssss: aquí va nuestro primer secreto. Un buen batido y una cocción perfecta son los dos truquitos básicos para que te salga un bizcocho de viento estupendo. Así que, aunque te aconsejamos un determinado tiempo de horno, deberás observar cómo se comporta el tuyo (dependerá de su potencia, sistema de horneado, etc.).
- Truco infalible: cuando comience a expandirse por la cocina ese delicioso e inconfundible olor a bizcocho cocido (o sea, cuando se te haga la boca agua), se acerca el momento de sacarlo. Comprúebalo introduciendo la punta de un cuchillo; si sale limpio, está hecho. No abras la puerta del horno antes de ese momento clave, pues se te hundirá o no subirá adecuadamente.
- Las claras no se montarán bien si los huevos están fríos, recién sacados de la nevera. Por eso, deja que se atemperen al menos dos horas antes.
- Ten cuidado y no utilices utensilios recién fregados, pues apenas un resto de humedad o de grasa pueden arruinarte el resultado.
- Este bizcocho es excelente como base de tartas. Una vez se enfríe (mejor de un día para otro), córtalo con un cuchillo de hoja afilada y larga y rellénalo con lo que más te guste. ¡Admite casi cualquier cosa! Mermelada de frambuesa, de arándanos (en Pazo de Vilane las hacemos con una receta 100% natural, con fruta madura cultivada en nuestras tierras), crema pastelera, chocolate, nata…
- ¿Quieres darle un extra de sabor? Añade al batido final de tu bizcocho de viento una pizca de vainilla natural molida, o ralladura de limón, o canela… Hazlo con movimientos suaves y envolventes, con la ayuda de una espátula.
Ingredientes
- 8 huevos Pazo de Vilane
- 200 gr de azúcar (o menos, a tu gusto)
- 240 gr de harina blanca de trigo para repostería
- 8 gr. de levadura
- Una pizca de sal marina fina
- Mantequilla y harina para el molde
Elaboración
- Separa las claras de las yemas y reserva estas últimas.
- Pon las claras en un cuenco con sal; monta con unas varillas (eléctricas, si cuentas con ellas) e incorpora la mitad del azúcar muy poco a poco.
- Bate al menos durante 10 min, o hasta que queden bien firmes.
- Aparte mezcla las yemas con la otra mitad del azúcar
- Añade un poco de las claras montadas a las yemas (dos cucharadas grandes) y mezcla cuidadosamente.
- Ahora, incorpora la mezcla anterior al resto de las claras, pero siempre muy poco a poco, para que "no pierda aire" (recuerda que este bizcocho es "de viento").
- A continuación, tamiza la harina -con la levadura ya mezclada previamente- y trabaja con movimientos envolventes.
- Engrasa con mantequilla y enharina ligeramente el molde. Para esta cantidad de masa debe ser un molde alto. Rellénalo con cuidado.
- Precalienta el horno a 170º con calor inferior (preferiblemente) o calor arriba y abajo (sin ventilador).
- Con la temperatura a 170º, cuece 40 minutos en la bandeja más alta. Los últimos 5 minutos sube el horno a 180. Comprueba si está hecho introduciendo la punta de un cuchillo.
- Saca el bizcocho de viento del horno y déjalo reposar en un lugar sin corrientes dentro de su molde, hasta que se enfríe.