7 febrero 2018
«Era un sueño que tenía adormecido desde que era joven: darle vida al pazo familiar, construido en 1854, antaño una finca agrícola, abandonada de toda actividad en los años setenta». Y fue mientras estudiaba en Londres cuando Nuria Varela-Portas (Lugo, 48 años), licenciada en Económicas, con un máster Dirección de Empresas en la Escuela Europea de Negocios, decidió enviar una carta a su familia, anunciándoles su deseo de desarrollar un proyecto en el campo y revivir el patrimonio de sus antepasados.