El Día del padre es una fecha de gran arraigo en la que todos los hijos rendimos homenaje a nuestros progenitores. Es una jornada de fiesta obligatoria, aunque no es necesario echar la casa por la ventana: para ser feliz a papá le basta con reunir a su familia en torno a la mesa y recibir las felicitaciones y achuchones de todos.
Aprovechando la cercanía de esta celebración, nos hemos interesado en sus orígenes (más recientes de lo que creíamos) y en las curiosas diferencias que existen a lo largo y ancho del planeta. Sigue leyendo, que no te puedes perder ni un detalle sobre esta fiesta tan entrañable.
Origen del Día del Padre
Te sorprenderá saber que la fiesta del Día del Padre no procede de una tradición religiosa ni de la búsqueda de nuevas oportunidades por parte de los grandes almacenes. En realidad, el verdadero origen de esta fecha se remonta a comienzos del siglo XX, y surgió a iniciativa de la hija de un modesto granjero sureño.
Todo surgió una mañana dominical, cuando Sonora Smart Dodd, una joven de 27 años, casada y con un bebé, escuchaba un sermón sobre el recientemente establecido Día de la Madre en su iglesia metodista. Esa fue la inspiración que la llevó a impulsar una jornada semejante dedicada a los padres.
En efecto, la figura paterna había marcado su vida de Sorona. Henry Jackson, su padre, era un granjero que había servido en el Ejército Confederado como sargento artillero durante la Guerra Civil norteamericana. Al finalizar la contienda se estableció junto a su mujer en Arkansas, si bien la familia se afincaría posteriormente en el estado de Washington.
Cuando Sonora contaba 16 años, su madre murió al dar a luz al sexto hermano, y junto con su padre tuvo que encargarse de la crianza de todos los pequeños, incluyendo al recién nacido. Durante esos años Henry no sólo hizo de padre, sino que trató de compensar a nivel afectivo la ausencia materna; por ello para la joven se convirtió en todo un referente y ejemplo a seguir.
Al escuchar aquel sermón, Sonora decidió reivindicar la figura paterna con una fecha festiva. Sin perder tiempo, se dirigió a la Alianza Ministerial de Spokane (Washington) una organización religiosa local, y sugirió el 5 de junio, fecha del cumpleaños de su padre, como día señalado. La asociación aceptó promover su idea, pero instituyó el tercer domingo de junio en su lugar. Fue así cómo el 19 de junio de 1910 se celebró en Spokane el primer Día del Padre de la historia.
Poco a poco, la celebración se hizo costumbre entre los habitantes de los condados y ciudades limítrofes, pero pasaron los años y no había respaldo oficial. No fue hasta 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea. No obstante, todavía Sonora hubo de esperar hasta 1966 para contemplar la proclamación del tercer domingo de junio como Día del Padre en Estados Unidos por parte del presidente Lyndon B. Johnson.
Muchos países del continente americano, incluyendo casi todos los de habla hispana, adoptaron esta fecha, así como la mayoría de las naciones en el mundo entero, donde hoy día sigue celebrándose en junio.
El Día del Padre en España
Sin embargo, en algunos países de tradición cristiana, como España, Honduras, Bolivia, Croacia o Bélgica, el Día del Padre se celebra el 19 de marzo, haciéndolo coincidir con el de San José, padre de Jesús. Pero la idea no partió de la Iglesia, sino de una maestra de un suburbio pobre de Madrid, Manuela Vicente Ferrero.
Se desconoce si en 1948 esta profesora tenía o no noticia de las celebraciones del Día del Padre que ya se venían dando en distintos países americanos, pero lo cierto es que la idea de establecer esta jornada festiva en España surgió por las amables quejas que algunos padres le hacían llegar a la salida de la escuela.
“Vaya regalos más bonitos han preparado para las madres. ¿Cuándo tendremos los padres unos semejantes?”.
Manuela, maestra vocacional y trabajadora incansable, recogió el testigo y se propuso dedicarles un día.
Así, el 19 de marzo de 1948, festividad de San José (modelo de padre abnegado, humilde y trabajador) organizó con los alumnos de su escuelita de la Dehesa de la Villa una Misa, un festival infantil y unas primorosas manualidades.
La iniciativa debió de tener éxito y notable repercusión, pues años más tarde algunos periódicos como El Magisterio Español o El Correo de Zamora ya la recogían.
Para 1951 el Día del Padre ya figuraba en la parrilla de un programa de radio de alcance nacional, “Última Hora de Actualidad”, y dos más tarde, el conocido Pepín Fernández, gerente de los grandes almacenes Galerías Preciados, lanzó una campaña en medios promoviendo la jornada de homenaje paterno. Su gran competidor, Ramón Areces (El Corte Inglés) no tardó en sumarse a esta campaña.
Desde entonces, para todos los españoles el 19 de marzo tiene un doble significado: además de ser el santo de aquellos que llevan el nombre de José, es también uno de los días más especiales para las familias.
El padre de Pazo de Vilane
Pazo de Vilane fue fundado por nuestro padre, Juan Varela-Portas, quien nos dejó en 2010.
Se fue con la satisfacción de haber contemplado el renacimiento del Pazo como motor rural de la Comarca de A Ulloa y de dejar a sus hijos a cargo de un proyecto ilusionante y sostenible.
Nuestro padre amaba profundamente Galicia y confiaba en la fertilidad de su campo y en la tenacidad y nobleza de sus gentes. Por eso dedicó buena parte de su vida a crear riqueza en esta tierra.
En 1966 fundó junto a sus hermanos el Club Baloncesto Breogán, y seguidamente fue nombrado lucense del año. Dirigió numerosas empresas, muchas de ellas pertenecientes al ámbito agroalimentario y con 40 años fue elegido Presidente de la Cámara de Comercio de Lugo.
Su último proyecto vital, Pazo de Vilane, marcó en 1996 un antes y un después en el sector de la alimentación española, pues introducía en el mercado un nuevo concepto: la comercialización de huevos camperos de gallinas criadas en libertad.
Como en muchos otros proyectos de su vida, Juan Varela-Portas fue un verdadero visionario que supo ver antes que nadie la importancia que con el correr de los años tendría el bienestar animal y las producciones agrarias sostenibles.
A la vista está que Juan Varela-Portas fue un gran empresario, pero sin duda, fue aún mejor padre; para nosotros, el mejor de todos. No hay día en que no nos acordemos de él y de sus sabias enseñanzas, por eso el Día del Padre tiene en Pazo de Vilane un significado muy especial de homenaje y nostalgia.
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