Animales de Granja: conoce y distingue los tipos de granjas que fomentan el bienestar animal

Cada año se celebra el 2 de octubre el Día Internacional de los Animales de Granja, una efeméride que pretende concienciar acerca de la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los animales en las explotaciones pecuarias. 

Afortunadamente, en esta filosofía Pazo de Vilane lleva un buen adelanto, pues desde nuestra fundación en 1996 tuvimos claro que en nuestra granja avícola primaría el bienestar animal frente a otras consideraciones, como un mayor beneficio económico. 

Pazo de Vilane es una explotación extensiva avícola campera, donde nuestras gallinas ponedoras gozan del reconocido privilegio del pastoreo diario en verdes prados todos los días del año.

Pero, por desgracia, no todas las aves ni animales de granja en España tienen esta extraordinaria ventaja.    

Y es que existen muy diferentes tipos de explotaciones pecuarias o granjas en las que las condiciones de vida de los animales difieren notablemente.

Con motivo del Día Internacional de los Animales de Granja, vamos a explicarte las diferencias entre los distintos sistemas productivos avícolas para que puedas identificar aquellos donde se da un trato justo a los animales frente a los que no lo hacen.

De este modo, tendrás la oportunidad de apoyar los productos de los que sí procuran el bienestar animal. 

¿Qué sistemas avícolas son más respetuosos con el bienestar animal?

Cómo hemos avanzado, el Día Internacional de los Animales de Granja trata de concienciar a nivel internacional sobre la necesidad de incidir y mejorar los criterios de bienestar animal en la mayoría de explotaciones agropecuarias.  

En Pazo de Vilane fuimos pioneros en bienestar animal en gallinas (los primeros en introducir la categoría de huevo campero en España) y desde entonces, esta premisa sigue siendo una condición innegociable en nuestra empresa. 

En aquel entonces nadie se planteaba en nuestro país dar libertad a las gallinas para poder pastorear a diario, pero nosotros demostramos que podía hacerse, y que esa política era sostenible, y más de 25 años después estamos orgullosos de haber sido los abanderados de este movimiento. 

Hoy día existen cuatro sistemas o tipos de producciones avícolas, que ordenamos a continuación de menor a mayor respeto con el bienestar animal. 

En consecuencia, también existen diferentes tipos de huevos según cómo han sido producidos; podrás distinguirlos fácilmente en tu comercio si te fijas en los códigos que los señalizan. 

• Gallinas de jaula (Código 3). Un 77% de los huevos que consumimos los españoles procede de gallinas enjauladas y encerradas dentro de un gallinero toda su vida productiva, sin poder moverse mínimamente. De hecho, la ley española sólo establece que cada 16,7 gallinas compartan 1 m2. 

Reconocerás los huevos producidos bajo el sistema de jaula porque no se distinguen en su caja o estuche con ninguna denominación adicional o “apellido”. 

Algunos productores los definen en sus estuches como “huevos frescos” cualidad que resulta algo irónica, pues como es lógico la cumplen todos los huevos a la venta del mercado. 

• Gallinas “libres de jaula” o de suelo (Código 2). Este sistema (13% en España) no respetuoso con los criterios de bienestar animal puede llevar a engaño por la designación que adoptan sus cajas de huevos. 

Y es que la ley autoriza a los productores de gallinas criadas en el suelo a denominar su producción de huevos como procedente de “gallinas libres de jaula”.

Lo cierto es que en el sistema de suelo o “criadas en el suelo” las gallinas están libres de jaulas, pero permanecen encerradas de por vida en un gallinero sin acceso al aire libre, pisando el suelo de la nave, y no la tierra o los pastos.  

Insistimos, las gallinas libres de jaula o criadas en suelo jamás salen al exterior a pastorear en toda su vida productiva. 

Más aún: cada 9 gallinas comparten 1m2 de gallinero o nave. 

• Gallinas camperas (Código 1). El sistema campero es al que pertenece Pazo de Vilane. 

Las condiciones legales de la cría campera (el 9% de los huevos de España) son un espacio mínimo de 1m2 por cada 6 gallinas y 4m2 de parque exterior por cada ave. 

Pero en Pazo de Vilane no nos limitamos a cumplir la normativa, que no detalla mucho más, sino que la mejoramos en muchos detalles. 

Así, nuestras gallinas salen a diario a pastar, desde la mañana hasta el atardecer (la Ley no especifica una periodicidad obligatoria para las granjas camperas) en los pastos siempre verdes del Pazo, ubicado en la comarca de La Ulloa (Lugo). 

Gracias al clima privilegiado de Galicia, nuestras gallinas siempre encuentran una brizna de hierba, semillas, bichitos o flores con los que completan su dieta rica en maíz, soja u otras leguminosas, incluso en verano. 

Otras producciones camperas no cuentan con esta ventaja y las gallinas pasean en parajes mucho más secos. 

Además, en Pazo de Vilane resembramos los prados, plantamos árboles para que las aves se refugien en las sombras durante las horas más calurosas y estamos siempre presentes en el campo durante su pastoreo, a fin de protegerlas de posibles ataques de depredadores, desde rapaces hasta zorros.  

• Gallinas en sistema ecológico (Código 0). Las gallinas que viven en sistemas ecológicos -cuyos huevos representan un 1% del total en España- deben tener legalmente idénticas condiciones de espacio que las de las producciones camperas. 

Sin embargo, en su caso se exige que además un 80% o más de su alimento cumpla criterios de agricultura ecológica. También los medicamentos están muy restringidos, incluso aunque en un momento dado sean necesarios. 

En definitiva, no todos los animales de granja viven en condiciones óptimas, pero tampoco debemos rendirnos, pues es muy posible mejorar su situación. 

Cuando eliges en tu compra productos procedentes de sistemas respetuosos con el bienestar animal ayudas a su rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo. Ahora la decisión es tuya: puedes ayudar a mantener la viabilidad de las instalaciones avícolas que sí nos implicamos y aplicamos al máximo los criterios de bienestar animal o bien mirar para otro lado, ignorando la llamada del Día Internacional de los Animales de Granja.