Los cocineros italianos no se cansan de repetir que los verdaderos espaguetis carbonara no llevan nata, sino yema de huevo, que es la que le da a tan celebrada salsa su característica untuosidad.
Por supuesto, no seremos nosotros quienes les llevemos la contraria. En Pazo de Vilane la hemos preparado con nuestros fresquísimos huevos camperos, queso parmesano, bacon o panceta y un toquecito de lima que te va a encantar. ¡Apunta la receta!
Nuestros trucos para unos espaguetis carbonara dignos del mejor cocinero italiano
- Ralla el queso parmesano en el momento (de una pieza entera); es preferible no usar uno de bolsa, pues la receta perderá gran parte de su inconfundible aroma.
- Ralla también la lima en el momento, pero sólo la parte verde (no te pases e incluyas la blanca, o le dará amargor al conjunto).
- Estos espaguetis a la carbonara deben servirse bien calientes y en el momento, antes de que la salsa espese.
- Puedes añadir una yema más a la pasta si ves que no ha quedado bien repartida por todo el plato.
Ingredientes
- 2 yemas de dos huevos camperos de Pazo de Vilane
- 400 g de espaguetis
- 4 litros aprox. de agua
- 300 gr de bacon, panceta ahumada (o guanciale italiano).
- 70-80 gr. de queso parmesano (o más, según tu gusto)
- Pimienta
- 1 lima
- Sal
Elaboración
- Pon a hervir abundante agua (1 litro por cada 100 gr. de pasta seca) con un buen puñado de sal.
- Cuando llegue a ebullición, añade la pasta y déjala el tiempo recomendado por el fabricante.
- En un bol prepara la salsa: echa dos yemas de huevo (sin nada de clara) abundante queso parmesano rallado y mucha pimienta.
- Añade un toque de ralladura de corteza de lima. Mezcla bien; quedará una pasta bastante densa.
- En una sartén sin aceite pon a fuego lento unos cuantos taquitos de bacon o panceta ahumada (el plato original se hace con guanciale italiano, una papada adobada).
- Déjalos "sudar" poco a poco, hasta que suelten la grasa. Una vez hechos, retira con una cuchara la mayor parte de ese aceite.
- Cuando los espaguetis estén listos, sácalos directamente –sin colarlos- con un utensilio apropiado y ponlos en la sartén con la panceta.
- Añade la pasta de yema e incorpora un pequeño cacito de agua caliente de la cocción de la pasta, que ayudará a integrar todo bien.
- Remueve y sírvelos enseguida.