Un nuevo año está en marcha. Y no podemos empezarlo sin que vuestras maravillosas ideas de reutilización de la caja de huevos camperos de Pazo de Vilane hagan su aparición. Y es que, aunque hayamos cambiado de década, queremos seguir transmitiendo vuestra imaginación a la hora de darle una nueva vida a la caja por medio del concurso 1 idea, 1 árbol.
Todos los años convocamos este concurso pensando en fomentar las 3 R entre nuestros clientes: reducir, reciclar y reutilizar. Además, por cada idea que nos enviais nos comprometemos a plantar un árbol de una especie autóctona en la comarca de A Ulloa, el lugar en el que se encuentra Pazo de Vilane. Contribuimos así de doble manera a cuidar el medio ambiente, reciclando y aumentando la biodiversidad de la zona.
El dispensador de Yolanda
Yolanda es lista. Sabe que cuando llega esta época del año es difícil que no hagan su aparición. En mayores y en pequeños. Nadie se libra de ellos. Sí, estamos hablando de los dichosos mocos que aparecen cada invierno. Para hacernos más amena su presencia ha creado un bonito dispensador introduciendo un paquete de pañuelos de esos que basta con tirar para hacernos con una unidad dentro de la caja de huevos. La cubierta de la caja de Pazo la ha decorado por completo. Con unos bonitos colores y la cara de un elefante, nuestro envase parece sacado de un cuento. ¡Genial!
Los pañuelos de Fátima
Aquí tenemos a otra de esas personas que saben de lo que estábamos hablando un poco más arriba. Con la bajada de las temperaturas aparecen los catarros y los mocos, esos compañeros inseparables. En el caso de Fátima estamos hablando de una persona que es más de paquetes de pañuelos y en nuestra caja de huevos camperos ha encontrado el lugar ideal para almacenarlos. Además, podemos ver que tiene diferentes modelos. También le ha dado un toque diferente a todo el exterior con un precioso papel de mariposas con el que ha forrado todo.
El soporte de Pepe
En este caso tenemos otra magnífica idea que puede resultar útil para todo tipo de escritorios. Pepe ha decidido transformar la caja de la gallinita en un soporte multifuncional. O, más bien, las cajas. Porque para crear este espacio ha utilizado dos. Dándole la vuelta a las tapas y pegándolas por la parte de la solapa, consigue este efecto que nos puede servir de altillo. Podemos poner en la parte superior el material de oficina (o la taza) que consideremos y mantenerlo separado del de la parte hueca que queda en medio. Práctico, ¿verdad?
Recuerda que puedes consultar todas las ideas de años anteriores aquí: 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019.