Con el sol brillando más que nunca, Pazo de Vilane recibió el pasado sábado a los más de cien visitantes que se acercaron a la Jornada de Puertas Abiertas. Llegaron personas de todos los puntos de Galicia, también de Segovia y de Valladolid. El interés en conocer todo lo que rodea al universo de los huevos camperos se notaba en el ambiente.
Los primeros asistentes llegaron al pazo, situado en el municipio de Antas de Ulla, minutos antes de las 11 de la mañana. Familias al completo, parejas, gente joven y muchos niños llegaban con la ilusión marcada en sus caras. El objetivo era conocer todo lo que rodea a Pazo de Vilane, desde el propio pazo pasando por la granja, poder ver a las gallinas en libertad y ver cómo pasan su día a día.
La bienvenida, prevista para las 11:30 horas, tuvo lugar en el jardín del pazo. Los visitantes esperaron la llegada de todo el grupo paseando entre los históricos árboles y el hórreo. Piedad Varela-Portas fue la encargada de dar la bienvenida a todos los asistentes a este día tan especial. A continuación explicó, con la ayuda de su hermana Nuria, la historia que rodea al pazo familiar. Se hizo un repaso por los más de 300 años de historia de la edificación, por la vuelta a la vida tras un período de abandono o las más recientes obras de rehabilitación, para darle uso a la cuadra o a la palleira.
Fue en este momento en el que se aprovechó también para presentar al equipo de trabajadores presentes, las personas que hacen posible con su quehacer diario que los huevos camperos de Pazo de Vilane lleguen a los hogares. Tras conocer todos los detalles, los visitantes pudieron conocer el patio del Pazo y la capilla familiar.
Conociendo a las gallinitas
Tras la visita histórica, llegó el momento más esperado de la Jornada de Puertas Abiertas: ver a las gallinas de cerca. Juanpi, responsable de producción de Pazo de Vilane, pidió a los más pequeños que lo acompañaran al interior del recinto y tras explicarles brevemente la vida de las gallinitas, llegó el momento de verlas salir al exterior y disfrutar de ellas en su hábitat natural. Las gallinas camperas se acercaron a los pequeños visitantes con gran curiosidad.
Envasado del huevo campero
Después de que mayores y pequeños vieran a las gallinas que ponen los huevos camperos de Pazo de Vilane, llegó el momento de acercarse a la nave de envasado. El equipo les explicó el proceso de clasificación de los huevos, desde que entraban en el almacén hasta que salían listas en las cajas de la gallinita. Y lo mejor, pudieron ver todo el proceso en vivo y en directo. Los trabajadores de Pazo de Vilane les ofrecieron su mejor sonrisa mientras realizaban su trabajo.
Lo que más gustó a todos los visitantes fue el momento de preparación de la caja, ya que cada una de ellas se monta de forma artesanal y con gran velocidad, dada la experiencia de nuestros empleados en este menester. Después de conocer el trabajo que se realiza en el almacén, llegó el punto y final de la bonita jornada.
Todos los visitantes pudieron comprar los productos de Pazo de Vilane, desde los famosos huevos camperos pasando por la variedad de mermeladas y, como no, por elementos de merchandising como tazas o delantales. Para finalizar la Jornada de Puertas Abiertas se le hizo entrega a cada uno de los visitantes de una camiseta de regalo de Pazo de Vilane para que se pudieran llevar de recuerdo de este día inolvidable para todos.