Consumo sostenible: consumir menos, pero mejor
El consumo sostenible es una forma inteligente y eficaz de hacer uso de los bienes o productos disponibles, logrando más con menos. ¡Infórmate!
Jun
El consumo sostenible es una forma inteligente y eficaz de hacer uso de los bienes o productos disponibles, logrando más con menos. Este concepto está íntimamente ligado a la producción sostenible, pues el consumidor no siempre puede elegir productos responsables a no ser que el productor apueste por ese modo de producción en su empresa.
Por tanto, ambos conceptos, consumo sostenible (o consumo responsable) y producción sostenible, se presentan como un binomio capaz de lograr el progreso económico y social mundial en sintonía y equilibrio con los recursos medioambientales del planeta.
Consumo sostenible, objetivo de la ONU
El consumo sostenible forma parte de los Objetivos y Metas de Desarrollo Sostenible de la ONU, “el plan maestro para conseguir un futuro sostenible para todos”, según recalca la organización.
No obstante, esta estrategia nunca se hará realidad si los consumidores no tomamos conciencia y cambiamos nuestras actuales actitudes.
Y al contrario: si todos los habitantes del planeta tratáramos de mejorar nuestros criterios de consumo eligiendo productos responsables forzaríamos a los productores a mejorar sus protocolos de trabajo o producción, logrando a largo plazo un desarrollo con futuro.
Es decir, según la ONU, el consumo y la producción sostenibles van siempre de la mano y consisten en “hacer más y mejor con menos, desvinculando el crecimiento económico de la degradación del medioambiente, aumentando la eficiencia de los recursos y promoviendo estilos de vida sostenibles”.
Es más, el consumo sostenible (ligado a una producción igualmente responsable) “podría contribuir a la mitigación de la pobreza, la transición hacia economías verdes y a menores emisiones de carbono”, apunta la organización.
Como aplicar el consumo sostenible a tu vida
Apoya con tu compra a productores sostenibles
Como ya hemos mencionado más arriba, una de las cosas más importantes para fomentar el consumo sostenible en tu vida diaria es apoyar con tu compra a los productores responsables.
Y es que, sin el apoyo económico del consumidor, es imposible que la producción sostenible pueda salir adelante compitiendo con la que no lo es.
Lo entenderás muy bien con el ejemplo del huevo campero, que es el caso de Pazo de Vilane.
Producir bien, cuidando el medioambiente y con bienestar animal, es mucho más caro, pues se emplean más tierras de pastoreo (que hay que adquirir y cuidar), más mano de obra -frente a las producciones de gallinas encerradas en jaulas, que apenas necesitan vigilancia- y pienso abundante, ya que las gallinas que pastorean, como las nuestras, tienen más apetito y comen más.
Nuestra caja de cartón se monta a mano, como también se hace la selección del huevo. Y cada granja cuenta con un granjero, que está con las gallinas, observándolas, a jornada completa.
Todo esto, como es lógico, repercute en los costes y precio final de nuestro producto.
Lo mismo ocurre con el resto de productos sostenibles que puedes encontrar en el mercado: por eso sólo serán viables si haces un consumo responsable y los eliges frente a otros que esquilman recursos para ser producidos.
Intenta no desperdiciar nada
Otro pilar importante del consumo sostenible es lograr el desperdicio 0.
Ten en cuenta que la ONU estima que un tercio de toda la comida producida en el mundo acaba en los cubos de basura de consumidores y comercios minoristas, o bien estropeándose debido a un transporte deficitario y/o a unas prácticas de recolección deficientes.
Por ello, un consumo sostenible o responsable podría estar asociado a una mejor planificación de tus compras. Haz menús semanales y compra únicamente los alimentos que necesites a corto plazo, para evitar el despilfarro.
Planificar tus comidas te aportará otra ventaja, y es que adoptarás con menos esfuerzo una alimentación saludable. Es lógico: si sólo compras lo previamente establecido para elaborar tus menús no picarás en la cesta de la compra con caprichos ni comidas procesadas.
Aplica estos mismos criterios en otros ámbitos de consumo, como ropa, tecnología, decoración, mobiliario… No compres a lo loco, sin una necesidad concreta o siguiendo la última moda; al contrario, evalúa bien la calidad del producto y cómo ha sido producido antes de decidirte.
Todos sabemos que el precio es un factor importante para la inmensa mayoría de las personas, pero seguramente puedes comprar menos cantidad con más calidad a un precio superior. A la larga saldrás ganando.
Examínate en tu consumo de agua
Otro pilar con grandes posibilidades de mejora suele ser el uso del agua en el hogar.
La Fundación Aquae ha calculado que en las casas sin jardín el baño se lleva el grueso del consumo, casi las tres cuartas partes.
La ducha supone un tercio del consumo del hogar (34%), el inodoro un 21% y el lavabo un 18%. Apaga el agua mientras te enjabonas, usa siempre que puedas el botón de media cisterna del inodoro y no dejes correr el grifo mientras te afeitas o te lavas los dientes. ¡Verás cómo ahorras!
Compra ropa por necesidad, no por moda
La industria textil es una de las más contaminantes (es responsable del 8% de los gases de efecto invernadero, según la ONU) y ha duplicado su producción en los últimos 15 años.
La “fast fashion”, es decir, comprar moda de usar y tirar, no sólo es un despilfarro para tu bolsillo, sino que amenaza la salud del planeta. Se emplean millones de litros de agua para producir ropa, así como otros elementos químicos (tintes, blanqueadores…) muy tóxicos y contaminantes.
Por tanto, adoptar un consumo sostenible consiste también en elegir ropa y calzado de buena calidad, resistente, y con diseños que no pasen fácilmente de moda, para que te duren muchos años.
Ya has visto que no es tan difícil aplicar en tu vida algunos consejos básicos para un consumo sostenible.
Y es que es responsabilidad de todos cambiar poco a poco nuestro modelo mundial de consumo y producción para hacer un uso racional de los recursos, que son limitados. ¡Anímate a dar pequeños pasos!
Fuentes
https://www.fundacionaquae.org/como-utilizamos-el-agua-en-nuestras-casas/
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/sustainable-consumption-production/
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