Por su impacto en la salud es necesario estar informados sobre las zoonosis y sus posibles efectos adversos. Te contamos qué son las zoonosis, los distintos tipos que existen y qué podemos hacer para prevenirlas. ¡Infórmate!
¿Qué es una zoonosis?
Las zoonosis son enfermedades de animales vertebrados que se transmiten a los seres humanos por distintas vías: bien por contagio directo, esto es, por contacto con el animal enfermo, bien a través de fluidos corporales, como la orina, la saliva o la sangre, bien mediante algún invertebrado intermediario (lo que se denomina contagio por vectores) como moscas, mosquitos, garrapatas u otros insectos.
Existe otra vía de contagio entre animales y hombres, que no es otra que la ingesta de alimentos infectados con zoonosis. A este último tipo se denomina zoonosis alimentaria.
Tipos de zoonosis
Actualmente se dan en todo el mundo unas 200 zoonosis o enfermedades zoonóticas.
Las zoonosis alimentarias forman un grupo bastante extenso, pero hay muchas otras que a continuación te detallamos.
Zoonosis alimentarias
Como su nombre indica, las zoonosis alimentarias colonizan nuestro organismo cuando ingerimos alimentos infectados. Las más frecuentes son:
Listeriosis
Causada por la bacteria Listeria Monocytogenes, que se encuentra en la tierra y en el agua. La listeriosis es una enfermedad seria, sobre todo en mujeres embarazadas, niños, ancianos y personas enfermas con las defensas bajas.
Se suele localizar en algunos alimentos crudos y en lácteos elaborados con leche no pasteurizada. Por tanto, para prevenirla es necesario evitar este tipo de alimentos.
Campylobacter
Es la más frecuente, pero también una de las más leves, pues la mayoría de las personas suelen superarla sin grandes complicaciones.
Generalmente se localiza en la carne de aves crudas o que no estén bien cocinadas, pero también puede estar presente en agua contaminada o en leche sin tratar.
Asimismo, se puede contraer Campylobacter al retirar los excrementos de animales sin la debida higiene.
Triquinosis
Esta enfermedad aparece cuando se consume carne cruda contaminada con larvas o gusanos inmaduros del parásito Trichinella Spiralis. Puede alojarse en carnes muy comunes, como la de cerdo o la de caballo, pero también en otros animales, como el oso, la morsa, el zorro, la rata o el león.
No obstante, es raro que este parásito esté presente si los animales cuentan con un buen control veterinario.
Salmonelosis
La salmonella, bacteria causante de la salmonelosis, pertenece a la familia enterobacteriaceae, y es muy común.
De hecho, aunque su hábitat idóneo de cultivo se encuentra en los animales o en los huevos, se puede localizar salmonella en casi todos los sustratos, dado que sobrevive en cualquier ambiente.
Aunque en la UE la salmonelosis es la zoonosis alimentaria más común en cuanto a número de brotes, por fortuna los Programas públicos de Prevención y las medidas higiénico-sanitarias implementadas por los productores bajo el control de las autoridades sanitarias han hecho descender radicalmente el número de casos en los últimos años.
Por cierto, la salmonella puede estar presente en cualquier alimento fresco, así como en frutas y verduras sin lavar.
En los últimos años también se han producido brotes en alimentos tan dispares como los pepinos, los pistachos, el atún, los germinados o en chocolates. Te dejamos nuestra guía para evitar la contaminación por salmonella en estos alimentos.
En granjas avícolas con una higiene extrema y un cumplimiento estricto de las normas sanitarias es difícil que se den brotes de salmonelosis.
Anisakis
Es otra de las zoonosis alimentarias más conocidas, por su alta incidencia en los últimos años; da lugar a molestias digestivas y a reacciones alérgicas que pueden ser graves.
No obstante, es fácil de evitar, pues está causada por un parásito, el Anisakis, que sólo se encuentra en ciertos pescados y cefalópodos (calamar, sepia, pulpo…) crudos o en preparaciones como marinados, carpaccios, etc.
Por tanto, si cueces, fríes o haces a la plancha los pescados -a más de 60º durante 1 minuto- el riesgo desaparece. Si prefieres aliñarlos en crudo, deberás congelarlos al menos 5 días a una temperatura de -20º, o inferior.
Zoonosis no alimentarias: por contacto o a través de vectores
Existen, además de las anteriores, dos tipos más de zoonosis: las zoonosis por contacto con un animal y las zoonosis a través de vectores, generalmente insectos.
Zoonosis por contacto
En este tipo de patologías el contagio viene a través del contacto estrecho con un animal enfermo.
Por ejemplo, en el caso de la rabia, es habitual que se transmita a los humanos a partir de las mordeduras de un perro infectado por este virus.
La saliva contaminada entra en el caudal sanguíneo, a través del cual se expande por el organismo llegando al cerebro, donde causa una grave inflamación.
También es relativamente frecuente la hidatidosis, una patología producida por el parásito Echinococcus granulosus y que los perros transmiten a través de sus heces.
Las aves (especialmente los loros, las palomas o los pavos) pueden causar Psitacosis, mediante una bacteria, la Chlamydia Psittaci, que las personas pueden inhalar a través del polvo del material fecal seco de sus jaulas.
Zoonosis por vectores
Son aquellas zoonosis transmitidas por insectos, como los mosquitos y flebótomos, a través de su picadura. Las más habituales son la leishmaniosis (que padecen frecuentemente los perros) o el virus del Nilo Occidental, una enfermedad que surgió por primera vez en EEUU en 1999.
Los síntomas de esta última suelen ser fiebre, dolores de cabeza y de cuerpo o ganglios linfáticos inflamados, pero si el virus llega al cerebro puede causar encefalitis y/o meningitis.
También las garrapatas transmiten enfermedades peligrosas a los hombres, como la Enfermedad de Lyme, la Tularemia o la fiebre hemorrágica Crimea-Congo.
En realidad, las garrapatas sólo en ocasiones portan las bacterias que causan esas enfermedades; es decir, no necesariamente quedarás infectado si te pica una.
En cualquier caso, si sospechas que te ha picado uno de estos molestos bichitos, busca bien en las axilas, ingles o cuero cabelludo, ya que se alojan en los lugares más calientes y escondidos del cuerpo.
Como verás, las zoonosis son más comunes de lo que pensamos, aunque en la mayoría de los casos tienen buen tratamiento.
Lo más importante para combatirlas es adoptar en casa una higiene extrema en manos, utensilios y superficies de cocina y elegir alimentos bien producidos, que te garanticen todos los controles sanitarios.
En Pazo de Vilane seguimos exhaustivamente el Programa Nacional de Control de Gallinas Ponedoras del Ministerio de Agricultura y además lo mejoramos voluntariamente con medidas adicionales. Además, contamos con la más rigurosa y exigente Certificación de Seguridad Alimentaria, la IFS.
En definitiva, para evitar zoonosis (particularmente las zoonosis alimentarias) te aconsejamos que nunca elijas alimentos de los que desconozcas su procedencia y métodos de producción.
FUENTES:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002856.htm
https://medlineplus.gov/spanish/westnilevirus.html
¿Te ha gustado este artículo? ¡Pues te ofrecemos mucho más!
¡Suscríbete a nuestro boletín y recibirás gratis un libro digital!