Pazo de Vilane en Verano

Ya ha pasado la noche del 30 de abril con la celebración de Beltane que marca el inicio del buen tiempo: las gallinas en libertad disfrutan más del día y tienen hierbas frescas y tiernas para comer. En estos días, Pazo de Vilane también se une al movimiento que trae consigo la época del año con la llegada oficial del verano, en la fiesta de San Juan.

Además de las tareas habituales como la recogida de los huevos camperos, la retirada de algunas gallinas y reposición de otras y todas las tareas habituales de la producción, a principios del verano y según el clima, seguimos desbrozando las frambuesas y los arándanos para que la hierba no avance. Cuando los frutos del bosque están en su punto justo de maduración, recogemos de manera manual los arándanos y frambuesas que se convertirán en unas exquisitas mermeladas artesanales.

También llega la época más fecunda para nuestra huerta: recogemos lechugas, pimientos, tomates, calabacines, berenjenas y demás hortalizas que hemos plantado durante la primavera.

Pero el verano es también un tiempo de reunión familiar y de reencuentro con amigos. A finales de junio comienzan a llegar las visitas. El pazo explota de alegría, movimiento y vida. Llegan hermanos, sobrinos, primos, tíos y amigos. Son momentos para compartir charlas, experiencias y recuerdos, de sentarse a pensar y también a planificar.

Los días son largos y hay tiempo para todo… hasta de salir a dar un paseo a la medianoche con nuestros perros Aston, Inga y Fenda.

En julio, concretamente el sábado 26, celebraremos en el pazo un concierto de música a cargo del grupo Égloga, que nace de un interés común por la bella sonoridad de la época antigua, renacentista y barroca. Los días previos con los preparativos y ensayos invaden de acordes los muros del pazo que encuentra nuevos motivos para estar cada día más vivo y seguir contando historia.