Muestra de cerámica tradicional: Manuel Fernández «Lolo»

Más de treinta años entregados a la cerámica con enorme pasión y dedicación hacen de Manuel Fernández «Lolo» un maestro. Sus primeras exposiciones datan de 1983 y desde entonces se sucedieron muestras individuales y colectivas, especialmente en Galicia, pero también en otros lugares de España y  Francia.

Es una autoridad en su campo por la  maestría técnica, fruto de su espíritu científico: experimenta y escribe rigurosamente técnicas y resultados. El aliento poético de su obra viene de la tierra donde vive, de la que extrae barro e inspiración y también de otros lugares, pues ha establecido un diálogo personal con la tradición cerámica del  Japón, trabajando los esmaltes Tenmoku, Shino, Raku, Celadón… También recupera técnicas antiguas, como la terra sigillata romana o la cerámica tradicional, que es el  objeto de esta muestra.

Pazo de Vilane acoge esta muestra en el marco de su labor de Responsabilidad Social Empresarial. De esta forma, además de trabajar en la mejora de las fincas y su entorno con actividades agrícolas y ganaderas sostenibles y elaborar productos de calidad, como el huevo campero o las mermeladas artesanales, la empresa familiar da sentido y actividad a los espacios arquitectónicos del pazo.

En sus palabras

«Si Dios fue el primer alfarero y el hombre o  la mujer los primeros «cacharros», yo gustaría de ser alfarero y ser enterrado en un cacharo de barro».

En este marco, un grupo de personas con unas inquietudes semejantes decidieron crear la Asociación Ceramolóxica Galega Canaveira, dedicada a la recuperación, puesta en valor, estudio y recogida de piezas relacionadas con la alfarería y los alfares gallegos. Fruto de ese trabajo fue la puesta en funcionamento de un horno en Samos, donde casi hace cien años se perdiera la actividad alfarera y en él se hicieron ahora varias cocciones. Se realizaron exposiciones en Lugo y Santiago de piezas antiguas de los centros alfareros de la provincia de Lugo procedentes de colecciones privadas.

Exposición en el Pazo de Vilane

Manuel Fernández «Lolo» presenta hoy un grupo de piezas hechas en barro rojo, reproducciones de piezas de alfarería tradicional, piezas que tuvieron una utilidad, una función en la vida diaria de las personas y también de los animales: comederos y bebederos de aves, gallinas, palomas, pájaros, nidos para aves, parideras para conejos…

Esta muestra que hoy se puede ver es un grupo reducido de piezas en barro que reproducen las que se hicieron en alfares de la Península Ibérica, piezas relacionadas con los animales, de «usos singulares», que tenían presencia en la vida cotidiana.

Muchas de estas piezas cayeron en  desuso y en el olvido a mediados del siglo XX por la aparición de otros materiales que desplazaron al barro. De entre ellos el plástico  hizo que la vitalidad del  barro se marchitara y a la par, la de las gentes que en él trabajaban. Hoy se le está  dando una fuerte batalla al uso del plástico para limitar su invasión. El barro es tierra cocida, puede volver a la tierra después de ser usado, no contamina ni invade.

¿Podrían volver a tener uso y función las piezas de barro en algunas actividades humanas?

En eso estamos ahora, asegura, mostrando lo que puede hacerse, sensibilizando y llegando al gusto, a la necesidad personal y colectiva de rodearse de piezas hechas con las manos, con las raíces en la tierra y sobre todo, hechas para ser usadas.

La belleza está en lo sencillo, en lo sútil

La belleza está en la tierra

La belleza está en el barro, que es la tierra.