6 recetas de dulces de Semana Santa

Torrijas de Semana Santa

Se acerca una época “muy nuestra”: unos días repletos de cultura, tradiciones y descanso donde no faltan los dulces de Semana Santa en todas las sobremesas.

En estos días de descanso y días familiares casi en cada casa te ofrecerán bandejas repletas de dulces deliciosos. Y es que en Semana Santa sobreabundan riquísimos dulces para merendar, desayunar o acompañar el café: desde las torrijas a los buñuelos, pasando por las orejas fritas, el tocinillo de cielo o las rosquillas.

¿Vas a permitir que alguien te supere?

Si quieres que tu mano en los fogones siga siendo legendaria, coge tu delantal y prepara tus utensilios, que en un santiamén te desvelamos los mejores trucos para elaborar los mejores dulces de Semana Santa.

Eso sí, asegúrate de que cuentas con los mejores ingredientes, porque ya sabes que en la cocina la calidad de la materia prima es determinante en el sabor final. Que no te falten huevos camperos de Pazo de Vilane, puestos por gallinas criadas con los mejores cereales y leguminosas y que además pastan a diario en frescos pastos gallegos.

¡Tus invitados notarán la diferencia! 

Torrijas

Torrijas de Semana Santa

Abrimos boca con la auténtica emperatriz de las recetas en Pascua. La afición por las torrijas, un postre tradicional donde los haya, ha crecido en los últimos años hasta el punto de que hay declarados fans de este dulce tan típico de Semana Santa que elaboran durante todo el año. 

Lo bueno es que nuestra receta de torrijas no puede ser más facilona de preparar.

En un cazo mezcla leche, azúcar, una rama de canela y la piel de un limón. En cuanto hierva retira del fuego, tapa, y deja enfriar. En esta emulsión, ya fría, remoja rebanadas de pan duro

. Aparte, bate unos huevos camperos Pazo de Vilane, ve pasando las rebanadas y fríe en abundante aceite de oliva, volteando para que doren bien. 

Escurre en papel secante y espolvorea con azúcar y canela. Pero si te gustan con almíbar, anímate a elaborarlo. En cinco minutitos lo tendrás listo.

Eso sí, no esperes mucho más para comer tus torrijas… ¡Nos encantan calientes!

Buñuelos rellenos

Buñuelos de Cuaresma

¿A quién no le apetecen unos buñuelos rellenos después de comer?

Sin duda, son uno de los dulces de Semana Santa con más éxito. Da igual con qué los rellenes: con nata, con crema pastelera, con crema de chocolate o incluso con las mermeladas caseras de Pazo de Vilane. ¡Siempre desaparecen en tiempo récord! 

Sigue el paso a paso de nuestra receta de buñuelos y no fallarás.

Calienta leche en una cazuela y ve añadiendo azúcar, mantequilla, anís, vino moscatel y ralladura de naranja y limón. Cuando hierva, retíralo del fuego e incorpora la harina, volviendo a calentar a fuego medio. Una vez ligada la masa, retira y deja enfriar. En ese momento deberás añadir un huevo batido Pazo de Vilane y remover bien. 

Únicamente quedará freír pequeñas bolas (en tandas reducidas) en aceite bien caliente, pero vigilando bien para que queden dorados, no demasiado hechos.

En cuanto estén fríos, ya puedes hacerles un corte con un cuchillo afilado y rellenarlos con lo que más te guste. 

Leche frita

Pon en un cazo ¾ de litro de leche, 6 cucharadas de azúcar, la corteza de un limón, y una ramita de vainilla. Cuando dé el primer hervor, añade poco a poco 8 cucharadas de sémola, removiendo, y deja a fuego lento unos 15 minutos, vigilando que no se desborde. Cuando esté listo, vierte en una fuente plana y cuando la masa esté fría, corta en cuadraditos o círculos iguales

Bate dos huevos camperos Pazo de Vilane y reboza: primero en harina, luego huevo y de nuevo en harina. Fríe en aceite caliente y espolvorea con azúcar y un poquito de canela. 

Rosquillas

Rosquillas caseras

En un bol, vuelca harina tamizada, anís, aceite de girasol, levadura, leche, azúcar y mantequilla, más dos huevos camperos Pazo de Vilane.

Si quieres saber las cantidades exactas (muy importante para que te salgan con el punto exacto) consulta nuestra receta de rosquillas

Amasa bien y deja reposar media hora, tapando la masa. Transcurrido este tiempo, mójate las manos con aceite y también la superficie donde coloques las rosquillas. Forma bolitas del mismo tamaño y mete el dedo en el centro para formar la rosquilla.

Fríelas en abundante aceite, controlando muy bien la temperatura, para que no se quemen. Retíralas a un papel absorbente e inmediatamente, mientras todavía están calientes, rebózalas en azúcar glas.

Orejas

Orejas fritas, dulce típico

Amasa en un cuenco harina, levadura, mantequilla fundida, huevos camperos Pazo de Vilane, canela en polvo, anís, azúcar, leche y ralladura de limón, junto a una pizca de sal. Puedes consultar las cantidades exactas en nuestra receta de orejas fritas

Trabaja la masa hasta que no se te pegue a las manos. Luego, ve estirándola con un rodillo para conseguir una lámina muy fina. Si es necesario, divídela en varias partes. 

Luego, corta en cuadrados regulares y ve friéndolos con cuidado (a fuego fuerte, con cuidado para que no se te quemen). Espolvorea con azúcar y canela en cuanto los saques.

Tocinillo de cielo

Tocinillo de cielo

Una receta riquísima que los muy golosos agradecerán.

Se cree que este postre de Semana Santa nació en el siglo XIV en el Convento del Espíritu Santo de Jerez de la Frontera (Cádiz), donde las monjas de clausura recibían de las bodegas cercanas grandes cantidades de yemas (no así las claras, que eran usadas en el proceso de elaboración del vino).

Idearon así un postre “divino” de aprovechamiento, de textura suave y deliciosa.

En contra de lo que pueda parecer en un primer momento, es muy fácil de elaborar; te dejamos nuestra receta de tocinillo de cielo para que no pierdas detalle.

Sólo debes elaborar un caramelo líquido, verterlo en el fondo de una flanera y, aparte, cocer un almíbar con agua, azúcar y corteza de limón. Luego, debes mezclar las yemas con el almíbar ya frío y verterlo con cuidado en la flanera. A continuación, llévalo al baño maría y más tarde al horno. Para finalizar, sácalo de la flanera y desmolda con la ayuda de un cuchillo de punta plana. 

Como habrás podido comprobar, no faltan dulces de Semana Santa para chuparse los dedos.

Y es casi una obligación prepararlos (y comerlos) para que no se pierda esta rica tradición gastronómica. Ahora sólo falta que corras a por huevos camperos del Pazo para que te salgan perfectos. 

¿Te ha gustado este artículo?¡Pues te ofrecemos mucho más!

¡Suscríbete a nuestro boletín y recibirás gratis un libro digital!