El equinoccio de primavera en Pazo de Vilane

La cultura celta relata que cuando los días y las noches tienen la misma medida, el universo está en equilibrio: lo femenino y lo masculino se equiparan, y eso convierte a este momento en uno de los más importantes en el calendario Celta. Cuenta la leyenda que la diosa Navia, en los días cercanos al equinoccio, recorre los caminos haciendo brotar a su paso las fuentes, aumentando el caudal de los ríos y dando vida y fuerza a cada planta, a cada uno de los árboles de los bosques.

Es un tiempo de renacimiento, de recuperar la fuerza perdida después de la larga oscuridad del invierno. Todos estos signos los comprobamos cada día en Pazo de Vilane, tanto en las fincas donde están plantados los frutos del bosque como en el comportamiento de las gallinas, que aprovechan las horas de sol y disfrutan de los pastos tiernos y frescos que les proporciona la tierra gallega.

El Pazo de Vilane cuenta con un precioso jardín. Se trata de un momento en el que comienzan a asomar las primeras flores como las coloridas Camelias. Se podan setos y hortensias y se preparan los tiestos para las flores de mediados de primavera y verano. La hierba que se corta en los jardines es utilizada para acolchar la huerta en el verano.

En las próximas semanas comenzaremos con la rehabilitación de la palleira, un nuevo paso que damos en la recuperación del patrimonio histórico en el Pazo de Vilane.

También comienzan las primeras labores de la huerta familiar: es tiempo de preparar los semilleros para las plantas de tomates, pimientos, calabacines, lechugas y acelgas.