El huevo campero Pazo de Vilane nace de gallinas en libertad

Cada mañana, un grupo de mujeres gallegas llega temprano a Pazo de Vilane. Entre risas y charlas, se dirigen a la nave de clasificación, donde se visten con su blanca ropa de trabajo. Una vez preparadas, comienzan a seleccionar exhaustivamente los huevos y montan artesanalmente las cajasen las que irán perfectamente acomodados cada uno de los 12 huevos de gallinas en libertad, que llegarán unas horas más tarde a las tiendas de toda España.

La excelencia de los huevos camperos radica en la atención y el esmero que cada una de las personas que forman parte de Pazo de Vilane le dan a las gallinas, la calidad de los cereales que comen, el ambiente de los gallineros, el mantenimiento de sus ponederos para que estén limpios y sobre todo, que las aves puedan pasar el día corriendo en parques de pastos frescos, favoreciendo susalud y bienestar.

La ingesta de hierbas aporta a las gallinas de Pazo de Vilane nutrientes, fibras y aminoácidos que incorporan al huevo que ponen, por lo que es fácil apreciar en ellos una mayor consistencia, un aroma más intenso y un sabor característico.

El huevo está dividido en tres partes: la cáscara formada principalmente por carbonato cálcico; la clara compuesta por proteínas y agua y la yema, cuyo color anaranjado varía en función de la alimentación de la gallina. El color de la cáscara, que puede ser blanco o marrón según la raza de la gallina, depende de la concentración de pigmentos y no afecta a la calidad, ni a las propiedades nutritivas del huevo.

Después de un entretenido viaje por las carreteras españolas, los ya famosos huevos de la cajitallegan a las tiendas, donde el consumidor las encuentra perfectamente cerradas y etiquetadas, con el indicador 1, que asegura que se trata de un huevo campero de Pazo de Vilane.